La Policía de Hong Kong llevó a cabo una operación a gran escala en la que fueron detenidas 219 personas vinculadas a diversas tramas fraudulentas, en respuesta a las actividades delictivas que han ido en aumento en la región.
La operación tuvo lugar entre el 8 y el 21 de enero de este año, revelando una “preocupante proliferación de prácticas engañosas que afectan a ciudadanos desprevenidos“, indicó hoy el inspector jefe de la Unidad Regional de Delincuencia, Lam Ka-ching.
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Lam, recoge la prensa local, destacó el “carácter alarmante” de este tipo de actividades, y señaló que en la actualidad el fraude representa casi el 45 % de todos los delitos cometidos en el territorio.
En la intervención, que contó con la colaboración de cuatro distritos policiales, se imputaron 146 casos de fraude y blanqueo de capitales, que abarcaron una amplia gama de métodos de estafa, entre ellos timos en compras por Internet, fraudes en inversiones, suplantación de identidad, engaños telefónicos o falsas ofertas de empleo.
El operativo ha puesto de relieve el “carácter indiscriminado” de este tipo de trampas, según Lam, de las que han sido víctimas ciudadanos de diversas profesiones, desde contables y auditores hasta juristas, estudiantes o amas de casa.
Entre las víctimas figura un ingeniero informático de 36 años que perdió 19 millones de dólares hongkoneses (2.430.577 dólares estadounidenses, 2.228.824 euros), en un fraude consistente en una inversión en línea que en un primer momento arrojaba beneficios pero que acabó desembocando en el rechazo de sus solicitudes de retirada de fondos.
Otro caso destacado fue el del propietario de un puesto de verduras, de 70 años, que perdió todos sus ahorros, 12 millones de dólares hongkoneses (1.407.233 euros, 1.535.095 dólares estadounidenses), a manos de un chantajista que se hizo pasar por funcionario de China continental para coaccionarle amenazando a su familia.
El inspector jefe de la Oficina Regional de Prevención de la Delincuencia en Hong Kong, Woo Man-yee, instó a la población a permanecer alerta ante cualquier llamada no solicitada y a verificar cualquier petición monetaria a través de canales oficiales.
Además, la operación también ha arrojado luz sobre el papel de las llamadas “cuentas mula“, personas que venden sus cuentas bancarias por sumas insignificantes pero que en muchos casos acaban siendo imputados en casos delictivos.
De acuerdo con las autoridades, los titulares de estas cuentas son cruciales para que los defraudadores lleven a cabo sus planes.
En uno de esos casos, una “mula” recibió una compensación de 2.000 dólares hongkoneses (unos 255 dólares estadounidenses, 234 euros) por prestar su cuenta bancaria, y acabó siendo condenada a 26 meses de prisión por blanqueo de capitales, mientras que los autores intelectuales del fraude permanecen en libertad.
Este caso sirve de advertencia contra el atractivo del dinero fácil, pues las condenas por complicidad en casos de fraude conllevan un máximo de 14 años de prisión y una multa de 5 millones de dólares hongkoneses (586.583 euros, 639.624 euros).