El Wolves, con una queja formal, impulsa que el organismo acepte debatir en la próxima asamblea general y entre todos los clubes el uso del videoarbitraje.
Por El País
El sistema de videoarbitraje (VAR) se ha puesto en tela de juicio en Inglaterra, al punto de que los equipos de la Premier League votarán en la próxima asamblea general del próximo mes, en Harrogate (Yorkshire) el 6 de junio, si mantenerlo o abolirlo de cara a la próxima temporada. Los incidentes polémicos del curso, además de una queja formal del Wolves —que presentó una resolución a la Premier pidiendo que se elimine el VAR—, ha hecho que se desencadene una votación entre los 20 clubes de la competición, tal y como desvela el medio The Athletic.
Aunque se han dado bastantes casos, ninguno como el sucedido en septiembre, pues Luis Díaz, del Liverpool, vio un gol anulado erróneamente por fuera de juego contra el Tottenham, del mismo modo que un mes más tarde sí se validó un tanto de Gordon para que el Newcastle venciera al Arsenal ante el enfado de Arteta. Fallos y decisiones que alimentan la polémica y que han hecho que los Wolves, que van en el ecuador de la tabla por abajo y tras anunciar el máximo respeto para la Premier, el PGMOL (organismo de árbitros) y sus competidores, anunciaran su denuncia: “Todos buscamos el mejor resultado posible para el fútbol, y todas las partes interesadas han estado trabajando arduamente para intentar que la introducción de tecnología adicional sea un éxito. Sin embargo, después de cinco temporadas con el VAR, es hora de un debate constructivo y crítico sobre su futuro. Nuestra posición es que el precio que estamos pagando por un pequeño aumento en la precisión va en contra del espíritu de nuestro juego y, como resultado, deberíamos eliminarlo a partir de la temporada 2024-25″.
Además, advierte el club, que existen consecuencias que dañan la relación entre los aficionados y el fútbol, socavando la marca Premier Legue. Entre las repercusiones, citan: impacto en las celebraciones de los goles y la pasión espontánea que hace especial al fútbol; frustración y confusión dentro de los estadios por los largos controles del VAR y la mala comunicación; un ambiente más hostil con protestas, abucheos al himno de la Premier League y cánticos contra el VAR; se compromete la fluidez e integridad del juego; erosión de la autoridad de los árbitros en el campo; errores continuos a pesar del VAR, con aficionados incapaces de aceptar el error humano después de múltiples vistas y repeticiones, lo que daña la confianza en los estándares de los arbitrajes… Quejas a las que se suma el Nottingham Forest, que ha escrito cartas de queja a PGMOL, o la IFAB (International Football Association Board), el organismo independiente responsable de las leyes del juego, que afirma que el VAR sólo puede ayudar a un árbitro del partido en caso de un “error claro y obvio” o un “incidente grave omitido”. Cosa que no sucede.
Desde la Premier, un portavoz tomó la palabra. “Se facilitará una discusión sobre el VAR con nuestros clubes en la asamblea general anual. Los clubes tienen derecho a presentar propuestas en las juntas de accionistas y reconocemos las preocupaciones y problemas relacionados con el uso del VAR. Sin embargo, la liga apoya plenamente el uso del VAR y sigue comprometida, junto con PGMOL, a realizar mejoras continuas en el sistema para el beneficio del juego y de los aficionados”.
El mes pasado, Suecia se convirtió en el primer país en rechazar la implementación del VAR después de la reacción de los aficionados, que tienen un mínimo del 51% de propiedad de los clubes. En la Premier, las entidades tienen el derecho constitucional de proponer cambios en las reglas, y cualquier propuesta necesita una mayoría de dos tercios (14-6) para ser aprobada. Pero el organismo entiende que sería dar un paso atrás, pues advierte que desde 2019, cuando se introdujo el sistema de videoarbitraje, el número de decisiones correctas tomadas en los partidos ha aumentado del 82%, antes de su introducción, al 96% esta temporada.