Por: Vittorio Basté Bonafont
Hace pocas semanas El Instituto Cato y Fraser Institute acaban de publicar el informe del año 2023 acerca de libertad económica en el mundo. Actualmente el país latinoamericano mejor posicionado es Costa Rica.
Un poco para la orientación de los lectores, las bases de la libertad económica son: la elección personal, el intercambio voluntario y los mercados abiertos. Para el efecto debe existir también características de una moneda fuerte y estable como el dólar, por citar la de mayor confianza internacional, y por supuesto también un sistema de derecho funcional y con probidad que garanticen el respeto a la propiedad privada. El informe es coeditado por el Instituto Cato, el Instituto Fraser de Canadá y más de 70 think tanks (centros de opinión e investigación alrededor del orbe.)
Singapur y Hong Kong, como es costumbre en años recientes, ocupan las dos primeras posiciones, completan los diez mejores posicionados los siguientes países: Suiza, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Irlanda, Dinamarca, Australia, Reino Unido y Canadá.
Las clasificaciones de otros países referentes en el mundo son: Japón (20º), Alemania (23º), Corea del Sur (42º), Francia (47º), Italia (53º), México (68º), India (87º), Brasil (90º), Rusia (104º) y China (111º).
El grado de libertad económica se mide en cinco amplias áreas. Voy a destacar cada punto con una breve orientación para vuestra mejor comprensión amigos.
Área 1: Tamaño del gobierno. Lo mejor es que exista la menor presencia estatal en la economía de un país. A medida que aumenta la presencia del Estado, es decir el gobierno de turno, en la economía del país; suele mermar la toma de decisión y elección individual en los negocios e inversiones, por consiguiente, la libertad económica se reduce.
Área 2: Sistema legal y derechos de propiedad. Es un elemento central para la inversión y el desarrollo económico y financiero de un país; por lo que es primordial y obligación que el gobierno de turno, garantice a los ciudadanos seguridad jurídica y protección de sus bienes legítimamente adquiridos. De hecho, es la función más importante de un gobierno. En resumen, únicamente con la inversión pública y sin propiedad privada no existe libertad económica, y por ende no existe el comercio per se.
Área 3: Dinero sano: Una moneda sólida, es decir fuerte y que genere confianza en el comercio de un país. Por ejemplo, el dólar estadounidense, garantiza una inflación muy baja y por ende erosión en los salarios y ahorros ganados legítimamente, son prácticamente imperceptibles. Dicho lo cual, una moneda sólida es esencial para proteger los derechos de propiedad.
Área 4: Libertad para comerciar internacionalmente. La libertad para intercambiar, es decir para ejercer el comercio en su sentido más amplio; comprar, vender, celebrar contratos, abrir industrias etc. Es la clave per se del desarrollo económico de una sociedad. En resumen, cuando el Estado, es decir el gobierno de turno coloca la menor cantidad de impedimentos, y brinda mayores estímulos empresariales e individuales el comercio se dinamiza y es posible el intercambio con empresas e individuos de otras naciones.
Área 5: Regulación. Los gobiernos no sólo utilizan una serie de herramientas para limitar el derecho a intercambiar a nivel internacional, sino que también pueden imponer regulaciones onerosas, tanto a nivel nacional como en el comercio internacional, que limitan el derecho a intercambiar, obtener crédito, contratar o trabajar por cuenta ajena. quien quiera, o gestionar libremente su negocio. A medida que estos límites se multiplican, la libertad económica disminuye.
A continuación, destaco los cuatro países latinoamericanos con mejor referencia y los cuatro con una posición preocupante en el informe del año en curso. Costa Rica (21º), Chile (30º), Perú (37º), Panamá (39º) son los que destacan en nuestra región, mientras que los cuatro peor posicionados son Nicaragua (95°), Ecuador (96°), Argentina (158°) y Venezuela (165°).
Las opiniones expresadas de los “columnistas” en los artículos de opinión, son de responsabilidad exclusiva de sus autores y no necesariamente reflejan la línea editorial de Diario El Mundo.
