Tegucigalpa – Los partidos Nacional y Liberal han expresado su preocupación y denunciado lo que consideran un «intervencionismo y manipulación en la aplicación de la justicia en Honduras», por parte de algunos diputados del partido Libertad y Refundación (Libre).
Este grupo de diputados entregó al Fiscal «interino», Johel Zelaya, documentos relacionados con diversos juicios y casos que consideran pertinentes ejecutar, generando controversia y cuestionamientos sobre la objetividad del proceso judicial.
En respuesta a estas acciones, los liberales emitieron un comunicado en el que denuncian la «mala intención» y la «instrumentalización» con fines de «persecución política» contra Daniel Sibrián Bueso. Se refieren específicamente a la formación de una «Comisión Investigadora» por parte de la Junta Directiva del Congreso Nacional, la cual, según el Partido Liberal, está orientada a realizar acusaciones infundadas.
Califican las acciones de la comisión como viciadas de nulidad desde su origen y muestran preocupación por el desconocimiento malicioso de sus miembros al querer relacionar a Bueso con presuntas acciones u omisiones.
El Partido Liberal también condena cualquier intento de manipulación política con fines de persecución contra el exfiscal adjunto, considerando que estas acciones representan el inicio público de un proceso de instrumentalización de la institucionalidad del Estado con fines de persecución política, sin justificación y en completa inaceptabilidad.
Por su parte, el Partido Nacional señala una «evidente» estrategia del «gobierno autoritario de Libre», que, según ellos, ha iniciado acciones de intimidación y persecución política contra la oposición utilizando al Ministerio Público como instrumento.
Según el Partido Nacional, la lista de personas afectadas incluye a pastores, políticos, periodistas, líderes de la sociedad civil y empresarios que se oponen o critican al régimen autoritario de izquierda. Consideran que estos individuos serán blanco de acciones judiciales con el objetivo de silenciarlos y atemorizar al resto de la población.
En su declaración final, los partidos Nacional y Liberal hacen un llamado al pueblo hondureño a estar preparado «para luchar en las calles, para defender la libertad, la democracia y el Estado de Derecho», que consideran seriamente amenazados por fanáticos de izquierda radical que buscan perpetuarse en el gobierno y que, según ellos, están embriagados de poder.