Dos de las exbailarinas demandantes aseguraron que fueron obligadas a hacer shows de cabaret completamente desnudas.
Por Infobae
Melissa Viviane Jefferson, mejor conocida como Lizzo, se encuentra envuelta en polémica después de que tres exbailarinas suyas comenzaran una demanda en contra de ella acusándola de abuso laboral y sexual.
Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodriguez fueron las bailarinas que presentaron esta demanda, argumentando que fueron “obligadas a soportar un comportamiento sexualmente denigrante” y “presionadas para participar en inquietantes espectáculos sexuales” entre 2021 y 2023.
Si bien, el proceso legal apenas ha empezado, los usuarios de redes ya han tomado cartas en el asunto y comenzaron a despotricar contra la cantante, además de dejar de seguirla en sus cuentas oficiales, dando por hecho las acusaciones de las bailarinas. Entre toda esta polémica, Lizzo finalmente se ha pronunciado, y como era de esperarse, negó las palabras de Davis, Williams y Rodriguez.
Fue a través de su Instagram que Lizzo lanzó un comunicado sobre estos hechos. La cantante comenzó asegurando que los últimos días han sido “difíciles y decepcionantes”, además de que decidió pronunciarse debido a que las acusaciones son “increíbles” y “escandalosas”.
Dentro del mensaje, Lizzo mencionó que las bailarinas involucradas habían sido tachadas de tener “una mala actitud” y “poco profesionalismo”, algo que ellas mismas confesaron en sus declaraciones donde argumentaron abuso laboral. En este contexto, la cantante reiteró que tomaba su música “muy enserio”, por lo que exigía a todos sus colaboradores un alto estándar de calidad.
“Como artista siempre me ha apasionado lo que hago. Tomo mi música y mis actuaciones en serio porque al final del día solo quiero sacar el mejor arte que me represente a mí y a mis fans. Con la pasión viene el trabajo duro y los altos estándares. A veces tengo que tomar decisiones difíciles, pero nunca es mi intención hacer que alguien se sienta incómodo o que no sea valorado como una parte importante del equipo”.
Lizzo, además, aseguró que no era la villana de la historia, y a diferencia de lo que se ha compartido en las redes, ella está muy comprometida con que las mujeres en su equipo se sientan respetadas, además de que nunca se burlaría de los cuerpos de otras personas siendo que ella misma ha sido víctima de esto. Las bailarinas argumentaron en sus acusaciones que las mujeres afroamericanas eran tratadas de manera diferente y muchas veces fueron insultadas por su peso.
“No estoy aquí para que me miren como una víctima, pero también sé que no soy la villana que la gente y los medios han retratado estos últimos días. Soy muy abierta con mi sexualidad y expresándome, pero no puedo aceptar o permitir que la gente use esa apertura para hacerme ver como algo que no soy. No hay nada que me tome más en serio que el respeto que merecemos como mujeres en el mundo. Sé lo que se siente ser avergonzado diariamente por tu cuerpo y absolutamente nunca criticaría o despediría a un empleado debido a su peso”.
Lizzo finaliza su comunicado agradeciendo a la gente que la ha apoyado mientras se desenvuelve la controversia.
Si bien, Lizzo habló sobre las acusaciones de abuso laboral y la discriminación por el peso de sus bailarinas, no tomó en cuenta el apartado más controversial: el abuso sexual. Previamente, Arianna Davis confesó que durante una noche en un club de Ámsterdam, Lizzo la obligó a tocar los senos de otra artista, pero en una nueva conversación con TMZ, se reveló que estos casos alcanzaron puntos más controversiales.
Arianna y Crystal declararon que se vieron obligadas varias veces a haer “shows de cabaret” completamente desnudas; estos shows escalaban al punto de comer plátanos de la entrepierna de las bailarinas. Según las excolaboradoras, Lizzo nunca las obligó a hacer nada, pero había un “conocimiento tácito” de ser despedidas si no cumplían los deseos de la cantante. Sumado a esto, compartieron que las bailarinas que mejor complacieran a Lizzo con estos shows, eran recompensadas con viajes a destinos paradisíacos en jets privados.