Tegucigalpa – El Comisionado de Policía, Lorgio Oquelí Mejía Tinoco, finalmente se entregó a la justicia después de estar prófugo durante casi cinco años. El caso se remonta a 2018, cuando fue acusado por el delito de lavado de activos.
Tras su entrega, el Ministerio Público informó que un juez con jurisdicción nacional dictó arresto domiciliario y aceptó una caución hipotecaria de una vivienda valorada en cinco millones de lempiras. Además, se programó la audiencia inicial para el próximo 8 de agosto.
Las investigaciones realizadas desde 2018 arrojaron que el jefe policial no pudo justificar más de 17 millones de lempiras en su patrimonio y el de su núcleo familiar durante el período comprendido entre 2012 y 2017. Por esta razón, se le acusó de lavado de activos, y en febrero de 2020, se solicitó la declaratoria de comiso de sus bienes.
El pasado 8 de junio, la Unidad Fiscal de Apoyo al Proceso de la Depuración Policial (UF-ADPOL) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) obtuvieron un fallo de extinción definitiva del dominio sobre dos viviendas, dos vehículos y 13 cuentas bancarias de Mejía Tinoco y su esposa, Wendy María Castro.
La investigación, dirigida técnicamente y jurídicamente por las autoridades competentes, reveló que entre los años 2012 y 2015, miembros de la policía asignados en Choluteca solicitaban dinero a transportistas para permitirles el traslado de ganado sin problemas, configurando esto como actos de soborno.
Estas prácticas ilegales se intensificaron cuando Mejía Tinoco fue nombrado Jefe Departamental de la Policía en Choluteca. De acuerdo con la investigación, los pagos se realizaban en efectivo y provenían del dinero que manejaban los ganaderos, entregándose en diferentes puntos de control, incluyendo Pavana, El Triunfo, Namasigüe y, en ocasiones, en las instalaciones de la Asociación de Ganaderos de Choluteca (AGACH).
La situación plantea graves preocupaciones sobre la corrupción en la policía y el manejo inadecuado de los recursos públicos destinados a la seguridad y bienestar de la sociedad.
