Un reciente estudio ha revelado un dato sorprendente sobre el funcionamiento del cerebro humano: a pesar de su complejidad y su capacidad para realizar tareas avanzadas, procesa información a una velocidad de apenas 10 bits por segundo.
Por Infobae
Este hallazgo, publicado en la revista Neuron y llevado a cabo por los neurobiólogos Jieyu Zheng y Markus Meister del Instituto de Tecnología de California (Caltech), plantea interrogantes fundamentales sobre cómo la mente selecciona y prioriza la información que recibe de los sentidos.
Según los investigadores, esta limitación contrasta drásticamente con la capacidad de los sistemas sensoriales, que pueden captar datos a velocidades de gigabits por segundo. Mientras que los ojos, oídos y otros receptores sensoriales recopilan enormes cantidades de información en paralelo, el cerebro central opera de manera secuencial, seleccionando únicamente una pequeña fracción de esos datos para su análisis consciente.
Este fenómeno, descrito por los autores como “la lentitud insoportable del ser”, pone en evidencia que, aunque los sentidos son extremadamente rápidos, la capacidad para interpretar y actuar sobre esa información es mucho más limitada.
¿Cómo se mide la velocidad del pensamiento?
Para determinar la velocidad de procesamiento del cerebro, los investigadores analizaron diversas actividades cognitivas y motoras. Tareas como leer un texto, resolver un cubo de Rubik con los ojos vendados o jugar videojuegos de estrategia a nivel profesional revelaron que el cerebro rara vez supera los 12 bits por segundo. Por ejemplo, leer un artículo puede aumentar temporalmente esta cifra a 50 bits por segundo, pero incluso en estos casos, la velocidad sigue siendo notablemente baja en comparación con las capacidades de los sistemas sensoriales.
Los científicos utilizaron métodos basados en la teoría de la información para llegar a estas conclusiones. A pesar de que las neuronas tienen la capacidad de transmitir grandes cantidades de datos, solo una pequeña parte de esta información es retenida por la mente consciente. Este proceso de filtrado, aunque eficiente, plantea preguntas sobre cómo el cerebro decide qué información conservar y cuál descartar.
La paradoja del cerebro humano
El hallazgo de que el cerebro procesa información a una velocidad tan baja resulta paradójico si se considera su arquitectura neuronal. Con aproximadamente 80.000 millones de neuronas y billones de conexiones sinápticas, el cerebro humano es una de las estructuras más complejas conocidas. Sin embargo, según ScienceAlert, esta complejidad no se traduce en velocidad, sino en una capacidad única para priorizar lo esencial. “En cada momento extraemos solo 10 bits del billón que captan nuestros sentidos y utilizamos esos 10 para percibir el mundo que nos rodea y tomar decisiones”, explicó Markus Meister.
Los investigadores sugieren que esta limitación no es un defecto, sino una adaptación evolutiva. “Nuestros antepasados eligieron un nicho ecológico donde el mundo es lo suficientemente lento como para hacer posible la supervivencia”, escribieron Zheng y Meister en su artículo.
Esta lentitud no es exclusiva de los humanos. Otras especies también parecen operar dentro de límites similares. Por ejemplo, las moscas de la fruta, con apenas 100.000 neuronas, son capaces de realizar movimientos rápidos y complejos, pero su capacidad de procesamiento no supera la de los humanos en términos de bits por segundo. Esto sugiere que la velocidad de procesamiento no siempre es el factor más importante para la supervivencia, sino que la eficiencia y la capacidad de priorizar lo esencial juegan un papel crucial.
Más allá de las implicaciones evolutivas, este descubrimiento también tiene relevancia en el campo de la inteligencia artificial (IA). En lugar de intentar replicar la velocidad de procesamiento de los ordenadores, los investigadores sugieren que las máquinas podrían beneficiarse de estrategias similares a las del cerebro humano, centrándose en lo esencial y evitando un gasto innecesario de recursos.
¿Por qué tanta infraestructura para tan poca velocidad?
Una de las preguntas más intrigantes que plantea el estudio es por qué el cerebro humano necesita una estructura tan compleja si solo procesa 10 bits por segundo. La respuesta podría estar en la diferencia entre el “cerebro externo”, que se ocupa de los sentidos y movimientos, y el “cerebro interno”, responsable del pensamiento y la toma de decisiones. Mientras que la retina, por ejemplo, tiene millones de neuronas trabajando en paralelo para interpretar una imagen, las áreas centrales del cerebro reducen esta avalancha de datos a una pequeña fracción útil.
Además, esta infraestructura adicional podría ser necesaria para manejar la complejidad y flexibilidad de nuestras vidas cotidianas. Aunque la velocidad de procesamiento es baja, el cerebro humano es capaz de realizar miles de microtareas al día, como conducir, hablar o leer, adaptándose rápidamente a diferentes contextos y demandas.