El ministro de Justicia talibán, Abdul Hakim Sharie, oficializó este miércoles la prohibición de los partidos políticos en Afganistán que los fundamentalistas mantenían prácticamente ya de hecho desde que se hicieron con el poder el 15 de agosto de 2021.
“Todas las actividades de los partidos políticos están prohibidas en el país porque no tienen base en la ley islámica, ni aportan ningún beneficio y el país no los quiere”, dijo Sharie durante una rueda de prensa en Kabul.
Después de que los talibanes se hicieron con el control de Kabul hace dos años, entre promesas de cambio respecto a su primer régimen entre 1996 y 2001, anunciaron la formación de un Gobierno “interino” criticado por excluir a mujeres, partidos políticos y diferentes grupos étnicos.
El director de relaciones públicas del Ministerio de Justicia, Ansarullah Ibrahimkhil, precisó a EFE que los talibanes disolvieron los partidos políticos de Afganistán “al inicio del Gobierno del Emirato Islámico (como se autodenomina el Gobierno talibán)”, aunque ningún líder fundamentalista había sido tan claro como Sharie hasta ahora.
Antes de la llegada de los talibanes, Afganistán contaba con 73 partidos políticos reconocidos oficialmente por el Ministerio de Justicia, pero en los dos últimos años la mayoría de estas formaciones han permanecido inactivas con sus líderes forzados a exiliarse.
A la pérdida de derechos políticos impuesta por los fundamentalistas se ha unido una serie creciente de restricciones y prohibiciones sobre los afganos, especialmente sobre las mujeres.
Desde vetar el acceso a la educación secundaria y universitaria para las afganas a las trabas al trabajo de las mujeres, incluyendo la prohibición de trabajar en una ONG, o la imposición de acompañantes masculinos en trayectos largos, los talibanes han impuesto una plétora de restricciones.