La joven artista ha sido blanco de burlas por su aspecto físico, pero ella se muestra enfocada en su carrera y comenta con desinterés que no le importa mucho lo que la gente diga sobre ella.
Por El País
En enero de 1997, en México se casaron dos de las celebridades más importantes del espectáculo: Lucero Hogaza León y Manuel Mijares. La boda se llevó a cabo el 18 de enero en el Colegio de las Vizcaínas, ubicado en el centro histórico de la Ciudad de México, fue televisada y conducida por Silvia Pinal. “¡Fue un bodón!”, dice Lucero Mijares (Ciudad de México, 19 años) hija menor de la famosa expareja. Lucerito o La beba, como se le conoce popularmente, tardó mucho tiempo en entender lo famosos que eran sus papás y lo que significaron para toda una generación. Lo cuenta con humor. “Casi no salimos, justo por eso. Pero, cuando íbamos a comer todos juntos, era la locura”, relata La beba para un canal de YouTube. “La gente se acercaba a pedirles fotos y yo no entendía por qué si a la demás gente no se lo pedían”. Añade que lo terminó de asimilar hace apenas unos años, cuando tenía 16. “Mi nombre es una marca”, reconoce.
Este 2024 se estrenó el programa Juego de Voces, en el que participan cantantes de renombre y compiten contra sus propios hijos entre retos relacionados con la música. Lucerito participó junto a su padre Manuel Mijares. En X, antes Twitter, sobresalen pequeños fragmentos de video, tomados del programa, donde Lucero Mijares demuestra el porqué de las alabanzas a su voz. “Tienes un talento para cantar y una voz impresionante”, le dijo Yordi Rosado en su programa de radio. Con una sonrisa y mucha humildad Lucero agradece. Son varios los obstáculos que la joven estrella tiene que superar para afincar la combinación de su nombre a su imagen. Aún ahora decir “Lucero Mijares” se interpreta como una referencia a sus papás en el imaginario colectivo.
Estos videos de corta duración han puesto a Lucerito en boca de todos y algunos, confundiendo su actitud relajada y simpática, hablaron con demasiada confianza y se excedieron en sus palabras. El talento de la joven actriz y cantante se vio brevemente ensombrecido por unos polémicos chistes sobre su aspecto físico. Lucero, madre, salió a defender a su hija en X; Mijares, padre, hizo lo mismo. La beba se mostró tranquila. “Me resbala lo que digan de mí”, soltó a la prensa.
Ser descendiente de famosos y celebridades no es fácil, incluso se les encasilla como nepobabies, un término usado generalmente a modo despectivo para referirse a quienes han obtenido reconocimiento en el oficio que sus progenitores dominan sólo por ser sus hijos y no porque en realidad tengan un talento para eso. Lucero Mijares participa, además del programa Juego de Voces, en la obra de teatro El Mago, estrenada en junio del año pasado. Todavía se encuentra en la cartelera teatral de Ciudad de México debido al buen recibimiento que ha tenido entre el público. La beba ya demostró que el talento lo tiene, reconoce que su posición es privilegiada, pero que no abusa de ella. Se mueve entre las turbulentas aguas del espectáculo con carisma, pero aún le queda un camino por recorrer a la hija de la expareja más famosa de América.