Por: José Eliécer Palomino Rojas.
¡Decepción total!, causa el implemento de una diferente y óptima atención de la salud a los docentes del Magisterio de Medellín y municipios del oriente antioqueño colombiano, cuando los maestros se suponían o esperaban una atención de un apetitoso, delicioso, oportuno y competente «churrasco» de servicio sano y formidable de atención médica y hospitalaria, para el bienestar físico de los maestros y de sus familias; pero al ver lo que realmente acontece con el servicio de salud a usanza de «chasco», lleva al gremio de los docentes de Medellín y de los diferentes municipios del oriente antioqueño colombiano como el municipio de la Ceja, la Unión, Marinilla, el Peñol, Santuario, Ríonegro, a unirse con los líderes de la Directiva y Subdirectiva de ADIDA, a alzar la voz de protesta para hacer respetar los derechos que tiene de la salud.
Es de aclarar que la voz de los docentes cuando salen a marchar, protestar y a gritar como «voz en un desierto» porque muchas veces no son escuchados, con sus protestas y sus gritos, no son por pataletas de niños de confites, o por rebeldía de preadolescentes, ni mucho menos por pereza de no querer dar clase, sino más bien que como profetas que guían, orientan, forman, predican y denuncian, en sus salidas por las calles reclaman, exigen y expresan que «la salud no es un negocio, es un derecho».
Si bien hace poco a partir de octubre 21 a noviembre 1 de 2024 en la hermosa ciudad salsera Cali Colombia, se celebrara la Cop16, con bombos y platillos en una visión de «paz con la naturaleza» y en reconocer que la verdadera lucha del siglo XXI es por la vida, también sería bueno lograr transformar buenas y transparentes prácticas para implementar un modelo de salud, serio, confiable, ético, bien estructurado, con excelente infraestructura, sin sabotaje de ningún bando, porque de lo contrario en ese tire y afloje, nadie responderá por el cuidado de la salud de los seres humanos y nadie tampoco luchará ni impulsará la vida la protección y la relación con la naturaleza humana y creada, como recientemente se planteó en la Cop16.
Ante la incoherencia, la falsa y tergiversada promesa del proyecto de modelo de salud que algunos les vendieron y les hicieron creer a los maestros, el cual distorsionado proyecto no fue aceptado por ser un chasco viciado de incoherencias, hace que directivas y subdirectivas de ADIDA y FECODE continuarán convocando a marchar a los maestros a una misma voz para reclamar sus derechos de la salud, alzando la voz con un número de consignas de exigencia:
Exigimos:
pago oportuno a los prestadores de servicio de la salud.
°Firma oportuna de los contratos con los prestadores de servicio de la salud.
°Autorizaciones descentralizadas y oportunas para que los maestros puedan acceder al derecho de su salud.
°Respuesta oportuna al tema de las incapacidades.
°Solicitud inmediata a las afiliaciones y desafiliaciones.
°Entrega oportuna, completa a los medicamentos.
°Prestación de servicio oportuno a los maestros y su núcleo familiar.
°»Todo proceso judicial es nulo y Fiduprevisora nos saca».
Al respecto de la arquitectura de ensamblaje del modelo de la salud del magisterio colombiano, en el que los buenos deseos del mandatario de Colombia Gustavo Petro afirmara textualmente, ante algunos dirigentes sindicales que «los Maestros de Colombia podían escoger libremente las mejores clínicas» y lo llamó tal deseo libre escogencia; lo peor del chasco en vez de un buen churrasco de excelente y óptima atención, es que hasta el momento no se ha dado la oportunidad que los maestros gocen del churrasco de «la libre escogencia, de la apetitosa y positiva atención, porque pareciera que presuntos bandos opuestos, semejantes a remolinos tormentoso, girarán en torno de los buenos deseos del mandatario colombiano, para que los docentes y sus familias no salgan de ese karma de chasco, de la mala e inoportuna atención de la salud, y de esa forma continúen marchando por calles citadina como nómadas urbanos enfermos, con paseos de la muerte por la falta de atención en clínicas de calidad, alimentada con un churrasco y apetitosa atención de salud.
En ese sentido, si no hay buenas relaciones con la naturaleza humana y la naturaleza creada, y si no hay interés de proteger, atender, auxiliar a los dos tipos de naturaleza con sus tipos de alma sensitiva, racional, intelectual en cuestión de de la salud, todo extinguirá.
¿Se logrará algún día, con las marchas y protestas de los maestros, entrar en razón a las entidades competentes, que la «Salud no es un negocio, ¿es un derecho»?