Tegucigalpa – En un acto simbólico frente a la estatua de la diosa Temis en la Casa de la Justicia, la magistrada Sonia Marlina Dubón rompió el silencio sobre su reciente inclusión en la lista de funcionarios señalados por corrupción por el Departamento de Estado de Estados Unidos, calificando la acción como un «acto injerencista y cobarde».
En una declaración que mezcla defensa personal y reivindicación institucional, Dubón estableció una conexión directa entre su designación y su rol como ponente de la sentencia que declaró inconstitucionales las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDEs), una decisión que, según ella, «impidió que nuestro territorio fuera vendido en retazos».
La jueza lanzó un desafío directo a las autoridades estadounidenses, específicamente a la embajadora Laura Dogu, demandando la presentación de evidencias que respalden los señalamientos en su contra. Dubón enfatizó que durante su carrera judicial nunca ha enfrentado acusaciones de irregularidades.
«Es un acto de extorsión por parte de una potencia extranjera que pretende torcerle el brazo a la justicia mediante amenazas», declaró la magistrada, quien insistió en que la medida viola principios del derecho internacional por su naturaleza unilateral.
La funcionaria judicial cerró su intervención con un mensaje contundente sobre la soberanía nacional: «La patria no se vende, la patria no tiene precio», reafirmando su postura de resistencia ante lo que considera presiones externas contra la independencia judicial hondureña.