Maia Sandu pretende que su pais ingrese a la Unión Europea. Las tensiones en la región hacen temer que Moldavia sea la próxima víctima de Vladimir Putin. Foto: Cortesía.
Durante la campaña que la llevó al Ejecutivo de este pequeño país europeo se la señaló como la “Juana de Arco” de Moldavia. Fue en 2020 cuando esta ex primera ministra eurófila fue proclamada ganadora de las elecciones presidenciales frente al candidato prorruso saliente Igor Dodon.
Por Infobae
Maia Sandu, de 49 años, sabe desde ese contundente triunfo que no sería sencillo enfrentar a la oligarquía prorrusa. Los socios del Kremlin controlaban con mano dura y a base de corrupción esta antigua república soviética.
En Moldavia, las recientes tensiones en la región separatista de Transnistria, satélite de Moscú, han hecho temer un conflicto inminente con Rusia. La presidenta lo palpita como todos los moldavos: penden de la ira de Vladimir Putin para ser o no las próximas víctimas. Su aplastante victoria sobre su antecesor prorruso, por el 57% de los votos, sumado a un “un claro declive de la influencia rusa”, inquietan los ánimos de ser los próximos en ser atacados.
Sandu, que llegó con la fama de incorruptible, tiene un programa de reformas que erosiona los intereses rusos. Por ende, la guerra en Ucrania la acerca al ojo de la tormenta. Desde 2015, cuando se descubrió un entramado para fugar del pais al menos mil millones de dólares de las arcas del Estado (el equivalente al 12% de su PIB), el Kremlin está inquieto. Las investigaciones detallan un enorme sistema de lavado del dinero de los oligarcas rusos. Las trampas y el crimen organizado estaban extendidos en el país.
Hija de un veterinario y una profesora de música, estudió en Harvard y fue funcionaria del Banco Mundial. Como describe la prensa europea “su coraje desagrada”. La campaña electoral que protagonizó, incluso especificó el diario Le Monde, recibió duras insinuaciones por ser una mujer sin hijos, en un país con un sesgo conservador propiciado por los sectores ortodoxos prorrusos.
Sandu suele mezclarse con los ciudadanos comunes de su país en medio de gestiones en las que rechaza recibir privilegios (REUTERS/Vladislav Culiomza)
En el periodo de 2012 a 2015 fue ministra de Educación. En su gestión inició duros controles en las escuelas, incluso con la colocación de cámaras de seguridad, para reducir los sobornos para comprar la aprobación de materias. Actualmente, con la misma determinación lleva adelante el pedido para que su país sea ingresado a la Unión Europea. Ha establecido una rueda de viajes y agendas bilaterales para acelerar la incorporación y posterior pedido de protección frente a la dramática amenaza.
Moldavia es uno de los más pobres de Europa con un PBI per cápita casi 10 veces menor que la media de los países centrales. Incluso, este país de 2,6 millones de habitantes siente el golpe económico por la afluencia de refugiados ucranianos.
En 1992, el pequeño país fue privado de Transnistria, un enclave autoproclamado independiente, actual punto estratégico militar de Rusia. A finales de abril, Moldavia anunció medidas para reforzar su seguridad tras una serie de explosiones en esa región separatista, con el apoyo de Moscú, que hizo temer un desbordamiento del actual conflicto en Ucrania.
La presidenta moldava con su homólogo francés. Comparte la idea de crear una comunidad política europea que aceleraría y apoyaría la adhesión a la UE. Foto: Cortesía.
La prensa europea también ha destacado, en medio de este complejo momento, su estilo despojado. La gira de los últimos días en Bruselas, la vio llegar a la capital belga, acompañada por un asesor, en zapatillas, portando una mochila. Pasaporte y ticket aéreo en su mano, se trasladó desde Chi?in?u, la capital de Moldavia, en un vuelo low cost de la empresa WizzAir.
Luego de un contundente discurso en el Parlamento Europeo, donde reclamó ayuda, el jueves se reunió en París con Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa. La presidenta apoyó la idea de una “comunidad política europea” propuesta por su homólogo francés, Emmanuel Macron.
“La Unión Europea es ante todo un proyecto de paz para nosotros”, ha recordado, como ya había hecho la víspera en el Parlamento Europeo. Deseamos convertirnos en miembros de la UE y llevaremos a cabo nuestro acercamiento con determinación, afirmó la jefe de Estado moldava mientras su país presentaba una solicitud oficial tras el inicio de la guerra en Ucrania.
“Maia Sandu presidenta” y “Un país para los jóvenes”, fueron los cánticos corearon varias decenas de sus seguidores, aplaudiendo y ofreciéndole flores cuando llegó al poder. Ahora las circunstancias podrían llevarla a ser la nueva Volodimir Zelensky si el desvarío de Vladimir Putin continúa.