La pareja disfrutaba, feliz, la luna de miel en Cartagena, donde, además, se enteraron de que iban a ser papás. Claudia Aguilera, en entrevista con SEMANA, dijo que no conocía amenazas contra Pecci. – Foto: redes sociales
El asesinato a sangre fría del fiscal antimafia Marcelo Pecci tiene en alerta a las autoridades de Colombia, Paraguay y Estados Unidos. Según las investigaciones que adelantan de forma conjunta, sería justo en este último país en donde se habría fraguado el homicidio. Los investigadores han recogido versiones que apuntan a que, tal como actuaron los grandes carteles en el pasado, habrían hecho una vaca millonaria entre capos del narcotráfico para sacar del camino a este enemigo en común.
Por Semana
En efecto, ya están rastreando movimientos financieros y de personas con grandes sumas de dinero en dólares, que se habían movido por estos países y supuestamente tendrían relación con la mafia. Es claro para los investigadores que, aun cuando el homicidio fue en Cartagena, se trata de un hecho con alcances transnacionales. Por eso, las agencias estadounidenses, como el FBI y la DEA, desde el primer momento trabajan con las autoridades de Colombia y Paraguay para desenredar la madeja.
Tan pronto se conoció el asesinato, los reflectores apuntaron hacia las cárceles estadounidenses, pues Pecci, con sus investigaciones, había sido el encargado de mandar en extradición a varios capos, que no estaban dispuestos a dejar esa deuda sin saldar.
No se trató de la simple transacción con asesinos a sueldo. En realidad, fue una operación de alta cirugía criminal, planeada durante semanas. Buscaron el momento adecuado para propinarle los tres impactos con pistola 9 milímetros, que dejaron tendido y sin vida al fiscal antimafia al lado de su esposa, la periodista Claudia Aguilera, con quien se había casado hace unos días. Su destino de luna de miel resultó trágico.
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