Tegucigalpa – Cerca de 600 niños del Instituto Técnico José de la Rosa Rodríguez, ubicado en Guaimaca, Francisco Morazán, enfrentan la posibilidad de perder su año lectivo debido a decisiones tomadas por la Dirección Departamental de Educación. La situación ha llevado a que se les retire la estructura presupuestaria a los docentes, provocando la interrupción de las clases para cientos de estudiantes.
Esta preocupante situación ha sido denunciada ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) por alumnos y padres de familia que consideran que se está vulnerando el derecho a la educación de los niños del municipio.
Las estructuras presupuestarias, que datan desde 2014, eran esenciales para asegurar clases de calidad y calidez para los niños. Sin embargo, sin ninguna notificación ni supervisión previa, la Dirección Departamental tomó la decisión de retirar estas estructuras, dejando a más de 600 niños sin sus docentes.
El presidente de la Asociación de Padres de Familia, José Ismael Sánchez, ha calificado esta medida como un acto irresponsable y un abuso de autoridad por parte de la autoridad educativa, ya que vulnera el derecho constitucional de los niños a recibir educación de calidad.
Ante esta situación, los denunciantes han solicitado al CONADEH que intervenga y realice las diligencias correspondientes ante las autoridades educativas para que se devuelvan en su totalidad las estructuras presupuestarias al Instituto.
En caso de no obtener una respuesta satisfactoria, los padres de familia han amenazado con no enviar a sus hijos a clases y llevar a cabo medidas de protesta, como tomar calles y, si es necesario, acudir a la Dirección Departamental de Educación.
El director del Instituto José de la Rosa Rodríguez, Raúl Coca, ha manifestado su preocupación, ya que los maestros han quedado sin plaza de manera repentina. El objetivo en este momento es restaurar la normalidad en el colegio, que tiene una larga trayectoria desde su fundación en 1970 y nunca antes había enfrentado este tipo de problemas.
El director ha buscado resolver el conflicto de manera pacífica, manteniendo una actitud prudente y educada al presentar el caso ante la secretaría de talento humano. No obstante, ante la urgencia de la situación, los padres de familia y los alumnos decidieron realizar la denuncia para dar a conocer lo que está ocurriendo en el centro educativo y buscar una solución que garantice el derecho a la educación de los estudiantes afectados.