Tegucigalpa – El reciente aumento en el número de masacres ocurridas en Honduras ha llevado al experto en criminología, Gonzalo Sánchez, a plantear una posible conexión entre estos actos violentos y el gobierno de la presidenta Xiomara Castro.
Según Sánchez, estas masacres podrían ser una respuesta del crimen organizado a las medidas tomadas por la mandataria para enfrentar la creciente violencia en el país.
Tras la trágica matanza de 13 personas en Choloma, Cortés, la presidenta Castro anunció una serie de acciones, entre las cuales se incluye una recompensa de 800 mil lempiras para quienes colaboren en la captura de los responsables.
Ante esto, el criminólogo Gonzalo Sánchez señaló que la presidenta ha comprendido la magnitud del desafío que representa el crimen organizado y la necesidad de utilizar todos los recursos disponibles del Estado.
En ese sentido, comparó la situación con las medidas adoptadas por el presidente Nayib Bukele en El Salvador, considerando que Honduras también requiere una respuesta enérgica para afrontar esta emergencia nacional.
Sánchez advierte que las masacres recientes podrían ser represalias del crimen organizado, tomando como referencia el trágico incidente en la cárcel femenina de Támara.
El criminólogo señaló que esa tragedia fue solo el comienzo y que es probable que se produzcan más masacres, aún más devastadoras. Explicó que el caso de la cárcel de Támara generó una reacción por parte de estas estructuras delictivas, quienes buscan demostrar su poder y enviar un mensaje al gobierno y a la sociedad en general.
La Junta Interventora de los centros penitenciarios también ha sido objeto de atención por parte de Sánchez, quien afirma que las medidas drásticas tomadas por esta entidad podrían haber provocado estas represalias violentas.
Según el experto, el ataque en la cárcel femenina de Támara fue una respuesta directa del crimen organizado a las acciones emprendidas para controlar la situación caótica en las cárceles de Honduras.
Estas afirmaciones del experto en criminología plantean una perspectiva preocupante sobre la situación de seguridad en Honduras y la complejidad de enfrentar el poderío del crimen organizado.
Es necesario que las autoridades profundicen en las investigaciones para identificar a los responsables y tomar las medidas necesarias para frenar esta ola de violencia que está afectando a la sociedad hondureña.
Además, resulta crucial abordar las causas subyacentes de la violencia y fortalecer las instituciones encargadas de garantizar la seguridad y la justicia en el país.