La canciller mexicana, Alicia Bárcena, expresó el martes su acuerdo con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, respecto a la necesidad urgente de convocar una reunión extraordinaria de presidentes de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para abordar la crisis diplomática entre Ecuador y México.
Bárcena enfatizó la gravedad de la situación y la importancia de la respuesta colectiva de la región ante esta emergencia. Apoyó la propuesta de Castro, junto con el respaldo del presidente colombiano, Gustavo Petro, y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, de convocar una reunión de presidentes para abordar el conflicto.
Durante su intervención en una reunión virtual extraordinaria entre cancilleres de la Celac, la funcionaria mexicana subrayó la necesidad de que los líderes de la región deliberen sobre la situación y busquen soluciones conjuntas.
Además, señaló que el diálogo entre México y Ecuador para resolver la crisis diplomática continuará en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ya que considera que la situación constituye una violación flagrante que requiere una reparación adecuada.
Bárcena recordó que Ecuador no puede cuestionar la decisión de México de otorgar asilo político, algo que ha sido práctica común en el ámbito internacional.
La crisis entre México y Ecuador se desencadenó cuando el Gobierno de Daniel Noboa declaró persona non grata a la embajadora mexicana, Raquel Serur, en respuesta a comentarios del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio.
La tensión aumentó cuando México anunció su intención de otorgar asilo político a Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador, quien se encontraba en la embajada mexicana en Quito. Las autoridades ecuatorianas irrumpieron en la embajada para arrestarlo, lo que provocó que López Obrador rompiera relaciones diplomáticas con Ecuador.
El presidente de Ecuador expresó su disposición a resolver las diferencias con México, pero reiteró que la justicia no está sujeta a negociación.
