Tegucigalpa – Un grupo de militantes del Partido Libertad y Refundación (Libre) protagonizó este lunes una protesta en la salida sur de Tegucigalpa, específicamente a la altura de la colonia Santa Rosa, para denunciar lo que consideran un abandono por parte del gobierno que ellos mismos ayudaron a llevar al poder.
En una acción que evidencia fisuras dentro de la base de apoyo del partido gobernante, los manifestantes bloquearon parcialmente la vía para expresar su descontento, argumentando que la administración actual presta más atención a zonas identificadas con la oposición mientras desatiende a sus propios simpatizantes.
«Nosotros, el territorio 28 zona sur hemos sido marginados, no nos han dado ni la hora, pero lo que miramos malo es que todo lo que pedimos es que nos reparen las calles, ahora», declaró uno de los protestantes visiblemente molesto, dejando en claro que sus demandas son básicas y relacionadas con infraestructura esencial para su comunidad.
Los manifestantes, que se identificaron como miembros activos y votantes del partido oficialista, denunciaron sentirse excluidos de los beneficios y programas gubernamentales. «Nosotros no recibimos pero ni una canasta para el Día de la Madre», reclamó una de las participantes, evidenciando que el descontento abarca desde obras de infraestructura hasta programas sociales que perciben están siendo dirigidos selectivamente.
La protesta incluyó un llamado directo al exmandatario y actual coordinador general del Partido Libre, Manuel Zelaya Rosales, a quien solicitaron reciba una comisión de representantes para plantear sus inquietudes. «Necesitamos expresar nuestro problema porque nos tienen marginados, como que no votamos por ellos», manifestaron los inconformes, sugiriendo que existe una discriminación hacia ciertos sectores dentro de la propia militancia del partido.
Esta manifestación pone de relieve tensiones internas en el partido de gobierno a mitad de mandato, cuando tradicionalmente se comienzan a definir lealtades y apoyos para el siguiente ciclo electoral. El reclamo de estos militantes refleja una percepción de que existe favoritismo en la distribución de recursos y atención gubernamental, fenómeno que podría extenderse a otras zonas del país donde las bases del partido se sienten igualmente desatendidas.
La protesta ocurre en un contexto donde el gobierno enfrenta múltiples desafíos, desde la crisis económica hasta escándalos como el caso Koriun, lo que ha generado un desgaste en su imagen pública y aparentemente también en su relación con sectores de su propia base de apoyo.