Tegucigalpa.- El primer hondureño extraditado a Estados Unidos, Ramón Matta Ballesteros, murió en una cárcel de ese país norteamericano a sus 80 años.
Matta Ballesteros pasó cerca de 37 años en una prisión de alta seguridad en Estados Unidos, donde su condición física había decaído gravemente en los últimos años.
En una entrevista, el abogado Marlon Duarte dijo en mayo del presente año que «cuando lo vi, lo vi bastante mal. Ha estado en una situación precaria en su celda, sin acceso oportuno a medicamentos ni atención médica adecuada. Es un milagro que aún esté con vida», sostuvo en esa oportunidad.
Familia confirma fallecimiento
Este jueves, su familia confirmó su fallecimiento. «En este momento la familia está destrozada, no sabemos hasta el momento cómo se hará el trámite de su repatriación, eso estaremos viendo en las próximas horas«, dijo a Proceso Digital su abogado Marlon Duarte.
Matta Ballesteros fue extraditado a Estados Unidos en 1988 tras ser acusado de participar en el asesinato del agente de la DEA Enrique «Kiki» Camarena en México en 1985, además de enfrentar cargos por narcotráfico.
Su extradición generó disturbios en Tegucigalpa, donde manifestantes quemaron la embajada de Estados Unidos en protesta por la entrega del capo hondureño. Fue condenado a múltiples cadenas perpetuas y permaneció recluido en prisiones de máxima seguridad hasta su muerte.
El fallecimiento de Matta Ballesteros cierra un capítulo histórico en la lucha contra el narcotráfico en Honduras y marca el fin de la vida del primer hondureño en ser extraditado a Estados Unidos, sentando un precedente que se ha repetido en decenas de casos posteriores.




