Tegucigalpa – El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Eduardo Facussé, ha expresado su opinión sobre la implementación del toque de queda en las ciudades de San Pedro Sula y Choloma.
Aunque reconoce que nadie desea un toque de queda, considera que es una medida necesaria para hacer frente al grave problema de inseguridad que aqueja a la región, y enfatiza la importancia de apoyar a las autoridades en esta tarea.
El Gobierno de Honduras decidió implementar un toque de queda especial debido a las constantes masacres que han ocurrido en el norte del país, especialmente la reciente matanza de 13 personas en un billar de Choloma.
Inicialmente, el toque de queda se estableció de 9:00 p.m. a 4:00 a.m., pero posteriormente se modificó a partir de las 11:00 p.m. hasta las 4:00 a.m. Esta modificación se realizó en respuesta a las quejas de los empresarios y propietarios de negocios que dependen de la economía nocturna en ambas ciudades.
Eduardo Facussé expresa su preocupación ante la ola de criminalidad que enfrenta la región, pero destaca la receptividad que han mostrado las autoridades para abordar este problema.
Destaca la presencia del ministro de Seguridad durante toda una semana y las reuniones productivas que se han llevado a cabo. Sin embargo, aunque se haya modificado el horario del toque de queda, reconoce que no satisface todas las expectativas, ya que nadie desea vivir en una ciudad con altos índices de criminalidad, lo cual afecta el clima de inversión y la economía del país.
El empresario subraya que la criminalidad es un problema profundo que no se puede abordar superficialmente. Señala que se está tratando el problema, pero no se está abordando la causa raíz, que es más profunda y estructural.
Identifica la falta de educación en valores, la ausencia de oportunidades económicas y la falta de pluralización como factores que contribuyen a la situación actual.
Además, destaca que los procesos democráticos han sido rezagados, lo que ha generado una falta de respuestas en todos los sectores y, como consecuencia, un aumento de la violencia.
Según su análisis, lo que se vive actualmente son las consecuencias de lo que no se hizo en las últimas dos décadas.
Facussé resalta la necesidad de que todos los sectores de la sociedad se involucren en la solución del problema de la inseguridad.
Reconoce que no existe una solución mágica y que se requiere de un trabajo constante y conjunto para brindar oportunidades, especialmente a los jóvenes.
