Tegucigalpa – La directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, lanzó duras críticas este sábado al gobierno de la “refundación”, señalando que el nepotismo y la concentración de poder dentro de la administración no son simples acusaciones, sino una realidad que afecta directamente a los hondureños.
En un mensaje compartido a través de la cuenta oficial del CNA, Castellanos enfatizó que las decisiones tomadas para favorecer a la familia presidencial están teniendo un impacto negativo en el país.
Este pronunciamiento se produjo en medio del escándalo que rodea la dimisión del ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, y de su padre, Carlos Zelaya, secretario del Congreso Nacional.
La renuncia de ambos siguió a la confesión de Carlos Zelaya, quien admitió haberse reunido con narcotraficantes que ofrecieron financiar la campaña del partido Libertad y Refundación (Libre).
Castellanos comparó la situación actual con el pasado, cuando un pequeño grupo de poder creó una estructura con rostros y nombres en puestos clave, entregando la institucionalidad hondureña al crimen organizado y al narcotráfico.
Según la directora del CNA, el nepotismo que se observa hoy en día refleja una repetición de esa historia, donde el poder se concentra en manos de unos pocos, poniendo en riesgo la integridad de las instituciones del país.
Además, Castellanos destacó que la reciente decisión del gobierno de dar por terminado el tratado de extradición con Estados Unidos no hace más que aumentar la preocupación sobre el rumbo del país.
Subrayó que, aunque la extradición a Estados Unidos ha proporcionado a los hondureños una sensación de justicia, esta se ha logrado fuera del territorio nacional, lo que refleja las limitaciones del sistema judicial interno.
Este pronunciamiento se dio pocos días después de que el gobierno hondureño notificara a la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa su decisión de finalizar el tratado de extradición entre ambos países.
La decisión se produjo en un contexto de tensiones diplomáticas, tras las críticas de la embajadora estadounidense, Laura Dogu, sobre la reunión de autoridades hondureñas de Defensa con el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, quien ha sido sancionado por Estados Unidos.
Las declaraciones de Castellanos subrayan las crecientes preocupaciones sobre el estado de la democracia y la transparencia en Honduras, en un momento crítico para el futuro del país.
