Tegucigalpa – El ex presidente Juan Orlando Hernández se enfrentará el próximo 20 de febrero al inicio del juicio por narcotráfico y posesión de armas destructivas en los Estados Unidos, una fecha que ha sido pospuesta nuevamente después de estar programada para comenzar este lunes 12 de febrero.
Este aplazamiento ha generado una gran expectativa tanto en la población hondureña como en los medios de comunicación, ya que el inicio del juicio se ha convertido en uno de los acontecimientos legales más importantes del país.
La exprimera dama Ana García de Hernández confirmó a través de las redes sociales que el juicio se reprogramó para el próximo 20 de febrero, lo que ha mantenido en vilo a la opinión pública y a los observadores internacionales.
La selección del jurado para este juicio, programada para los días 12 y 13 de febrero, es un paso crucial en el proceso legal. Se espera que ciudadanos estadounidenses sean convocados como jurado para decidir sobre la culpabilidad o inocencia de Juan Orlando Hernández.
Este juicio ha sido denominado como el “juicio del siglo”, dado su alcance y relevancia política. La opinión generalizada anticipa que el expresidente Hernández será condenado, aunque su familia sostiene firmemente que es inocente y espera su pronta liberación.
El contexto se ha complicado aún más con las recientes declaraciones de culpabilidad de los coacusados en el juicio, lo que aumenta la presión sobre Hernández y sus defensores.
La atención está centrada en la revelación de nombres de posibles cómplices y socios de Hernández durante el juicio. Políticos y exfuncionarios de su gobierno podrían estar expuestos a nuevas acusaciones y escrutinio público.
La familia Hernández insiste en la inocencia del expresidente y denuncia el proceso como una “venganza y conspiración geopolítica”. Sin embargo, el juicio continuará su curso legal, y Hernández tendrá que enfrentar las acusaciones y defender su posición ante la justicia estadounidense.
A pesar de los aplazamientos, la fecha del juicio se acerca inexorablemente, y el futuro de Juan Orlando Hernández, después de haber ejercido un poder político significativo en Honduras, ahora está en manos de la justicia estadounidense.
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