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Nuevo cisma en Venezuela: un Parlamento, la disputa de sus dos presidentes por el edificio y la pelea que se viene

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Caracas. – Este martes el líder opositor Juan Guaidó irá al Palacio Legislativo. Pero sus oficinas ya están ocupadas por el “opositor chavista” Luis Parra. Pero ese no es el único 

Nuevo cisma en Venezuela: un Parlamento, la disputa de sus dos presidentes por el edificio y la pelea que se viene

Escoltado por un teniente coronel de la Guardia Nacional de Venezuela, el diputado Luis Parra entró en la mañana del lunes 6 de enero a ocupar la oficina del presidente de la Asamblea Nacional (Congreso) de Venezuela. 

Fue escogido el domingo, como nuevo presidente del Parlamento, sin quórum y sin cumplir las formas, en un nuevo intento del chavismo por borrar del mapa a Juan Guaidó, el líder opositor reconocido por 60 países como presidente interino del país hasta tanto haya elecciones libres.

En una nueva escalada del complejo conflicto político en Venezuela, Parra y otros cuatro diputados expulsados de partidos opositores por denuncias de corrupción, se convierten así en una Junta Directiva alterna pro oficialista, a la medida de Nicolás Maduro y del régimen chavista que controla con mano de hierro todas las demás instituciones el país.

Pero Parra no es reconocido más que por el gobierno de Maduro, de modo que el juego político se vuelve a trancar en Venezuela. No se avizora una posible transición que pueda aliviar el tormento de millones de venezolanos que padecen la peor crisis económica y social de este país en más de un siglo.

Ahora se abre un tablero de confrontación, incluso física, entre los dos pedazos en los que ha sido dividido el ya maltrecho Parlamento, por el que se pelean, incluso, por el edificio.

“Mañana (martes 7) volveremos a asumir los riesgos para ingresar al Parlamento porque Venezuela lo vale”, advirtió Guaidó este lunes al detallar su agenda del sitiado Legislativo, el único poder público que no era controlado por completo por la hegemonía chavista.

“La dictadura verá si va a seguir corriendo hacia adelante, verá si va a seguir insistiendo en estrategias fallidas. La Asamblea Nacional es una sola”, recalcó.

Destacó que inclusive el gobierno de Argentina “con el que tenemos claras diferencias ideológicas” ha señalado el atropello y la violación al parlamento venezolano.

Pero no está claro cómo Guaidó recuperará su despacho, ni su investidura, pese a que fue ratificado por los votos mayoritarios de 100 diputados, muy por encima de los chavistas y opositores disidentes que más temprano escogieron a Parra con el apoyo de militares y policías.

El presidente interino nunca ha tenido poder real dentro de Venezuela, ni forma de materializar su investidura, pues el chavismo tiene las armas militares y las de bandas civiles afiliadas al Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).

“Además de la condena mundial, lo único que obtuvo el régimen fue el control por la fuerza de unas sillas y un edificio, porque ni siquiera cuentan con la cantidad de diputados suficientes para poder instalar y sesionar regularmente en el Palacio Federal”, observó el diputado Armando Armas.

Parra delineó lo que será su estrategia, que coincide con la ya anunciada por Maduro: buscar unas elecciones “como reza la Constitución”.

El partido Voluntad Popular, del perseguido político, Leopoldo López, denunció que la jugada del chavismo será expropiar las siglas opositoras.

“Es muy probable que ahora también monten una pantomima para crear otro partido político de maletín que tenga los mismos colores y el nombre de Voluntad Popular para entregárselos a los muñecos de trapo”, dijo el dirigente Emilio Graterón, en alusión a Parra y su grupo.

El actual Parlamento entra de cualquier forma este año en su fase final, pues las elecciones legislativas deben ser en diciembre de este año. Pero el chavismo hace tiempo amenaza con anticiparlas para liquidar el bastión de Guaidó.

“Desde ya estamos trabajando para construir lo que es un anhelo de la calle: la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) para que de manera inmediata podamos tener elecciones libres de acuerdo al calendario electoral y no seguir por el camino de la mentira y la estafa política”, dijo Parra.

El CNE, llamado “ministerio de las Elecciones”, es controlado por el chavismo, sin personal calificado y sin un registro actualizado de electores.

La principal oferta del movimiento encabezado por Guaidó en 2019 fue “el cese de la usurpación”, o sea, del mandato asumido por Maduro hace un año tras unas elecciones fuera de la Constitución, en mayo de 2018, en las que fueron proscritos los partidos opositores principales y sus líderes.

El mantra opositor también clamaba por un gobierno de transición y unas elecciones libres, y con el derecho constitucional de que voten los cientos de miles de venezolanos dispersos por el mundo.

Según coinciden analistas políticos, esa fórmula de transición pacífica sería viable solo con un nuevo CNE y un acuerdo aceptado por chavistas y opositores. Pero ahora será más difícil y costoso que la oposición acepte esas reglas de juego de Maduro, quien reconoce que negocia con opositores minoritarios esta agenda electoral.

“Fui al futuro y volví a contárselos. Este pueblo se va a rebelar contra el guaidosismo y el imperialismo”, dijo al prometer que el chavismo sacará 104 de los 167 votos del Parlamento este año.

Analistas dan por sentado que una oposición dividida, y sin la presencia de partidos mayoritarios hoy proscritos, no podría frenar la hegemonía chavista en el parlamento.

El asalto al Parlamento luce como un intento de provocar una fractura de la oposición (aunque pareciera estar ocurriendo lo opuesto) y en efecto adelantar las elecciones, señaló la politóloga María Puerta Riera.

“Si la oposición es inteligente, aprovecharía este momento para consolidar un bloque político que le complicaría los cálculos al gobierno, independiente de la transparencia electoral”, agrega.

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