Tegucigalpa – El obispo Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga hizo una contundente declaración este jueves, señalando a aquellos que facilitan el ingreso de armas a los centros penitenciarios como cómplices de la violencia.
En un llamado a la unidad del pueblo hondureño, el líder religioso instó a trabajar juntos por el desarrollo y la paz de Honduras.
En sus palabras, el obispo enfatizó que las armas no ingresan a las cárceles por sí solas, sino que cuentan con la complicidad de aquellos que las introducen.
Estos individuos, según Rodríguez Maradiaga, son cómplices de la sangre derramada y deben enfrentar las consecuencias legales correspondientes.
Además, el obispo hizo un llamado a la población para que busque el progreso y desarrollo del país. Expresó que Honduras no puede seguir dividida, confrontada y llena de odio, y subrayó la importancia de trabajar en la unidad y el desarrollo de la nación.
Durante la celebración del 487 aniversario de la ciudad de San Pedro Sula, el obispo se disponía a oficiar la misa y aprovechó la ocasión para abordar este delicado tema.
Haciendo referencia a los santos patronos de la ciudad, San Pedro y San Pablo, Rodríguez Maradiaga resaltó el mensaje de unidad y esperanza que transmiten al mundo.
El líder religioso insistió en que el pueblo no puede permanecer dividido, confrontado y lleno de odio, sino que debe unirse para promover el bienestar común.
Con optimismo, brindó esperanza a los habitantes de San Pedro Sula, afirmando que la ciudad tiene un futuro prometedor para avanzar en paz y contribuir al desarrollo de Honduras.
Destacó la necesidad de contrarrestar la criminalidad, el odio y la división, para que prevalezca la seguridad y la armonía en la sociedad.
Finalmente, el obispo Rodríguez Maradiaga mencionó la importancia de abordar la problemática de la inseguridad, y expresó sus oraciones por el nuevo ministro de Seguridad.
Con estas palabras, el líder religioso buscó inspirar a la población a tomar acción y trabajar en conjunto para construir un país más seguro, justo y próspero.