Por: José Eliécer Palomino Rojas.
Ese ojo de polvo blanco que te mira desde arriba, lleno de luz tenue no para de mirarte…
Como los ojos de los enamorados suelen mirar, cuando consideran atractiva la majestuosidad, de la naturaleza creada para poder coquetear.
Ese ojo de polvo blanco que te mira desde arriba, lleno de luz tenue no para de mirarte, está mandando señales de luz fría para poderte acariciar.
Ese ojo de polvo blanco que te mira desde arriba, lleno de luz tenue no para de mirarte, una vez que logró su cercanía, gira su cuerpo hacia arriba para decirte que, aunque él, se encuentre muy arriba, no estás sola y hará que los que estén en su cercanía, también te puedan coquetear, acariciar y cuidar.
Ese ojo de polvo blanco que te mira desde arriba, lleno de luz tenue, no para de mirarte…para alumbrar los campos, zonas oscuras, las personas, las raíces de las plantas y de los árboles, que crecen, a pesar del invierno o de la sequía y que se mantienen firmes para poder oxigenar.
Ese ojo de polvo blanco que te mira desde arriba, lleno de luz tenue que se esconde en el día, es la luna llena que te envía señales no verbales, en momentos de noches frías, para obtener visión completa de lo que tú naturaleza realmente eres y siente, al poder oxigenar.
