Tegucigalpa – La violencia marcó el comienzo de 2025 en territorio hondureño con una serie de incidentes fatales que dejaron un saldo de siete personas fallecidas en distintas regiones del país.
Los hechos, caracterizados por el uso de armas de fuego y armas blancas, evidencian la persistencia de la inseguridad en diversas zonas del territorio nacional.
En Villanueva, Cortés, se registró el primer homicidio del año cuando Cristian Josué Reyes fue víctima de un ataque armado perpetrado por sicarios en el sector de Dos Caminos.
En la misma región, específicamente en la colonia Las Vegas, una disputa entre amigos terminó con la vida de Omar Dennis Medina, guardia de seguridad, quien fue atacado con arma blanca tras una discusión durante una celebración de Año Nuevo.
La violencia se extendió hasta el occidente del país, donde en la comunidad de La Nueva Esperanza, municipio de La Campa, Lempira, Juvencio Pérez perdió la vida tras ser atacado con machete.
Por su parte, en el departamento de Colón, específicamente en Bonito Oriental, se reportó el homicidio de un hombre no identificado en la colonia Vista Hermosa.
El departamento de Yoro también fue escenario de hechos violentos, registrándose dos incidentes fatales: el asesinato a balazos de Jorge Alberto Torres en el barrio Santiago de la cabecera departamental, y la muerte de Marlín Cruz, de 40 años, quien fue víctima de un ataque con machete en la comunidad de El Campo, municipio de Campamento.
Estos acontecimientos ponen de manifiesto los desafíos que enfrenta Honduras en materia de seguridad ciudadana al inicio del nuevo año, evidenciando la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y control de la violencia en el territorio nacional.