Tegucigalpa – En las últimas horas, el país centroamericano de Honduras se ha visto sacudido por una trágica ola de violencia que ha cobrado la vida de al menos cuatro mujeres, incluyendo a dos menores de edad.
En la comunidad de Salamá, ubicada en Tocoa, Colón, se registró un fatal suceso durante una fiesta local. Según informes preliminares, dos mujeres fueron asesinadas en el lugar.
Una de ellas era una menor de tan solo 13 años, mientras que la otra tenía 24 años. Las víctimas han sido identificadas como Jazmín López y Angie Cortés. Además, se reportó que una tercera persona resultó herida y fue trasladada a un hospital cercano.
Según testigos, las víctimas se encontraban en una celebración de cumpleaños de 15 años cuando un individuo desde el exterior comenzó a disparar en la propiedad. El presunto autor de los disparos fue detenido por la Policía Nacional.
En otro trágico incidente en el municipio El Paraíso de Copán, un hombre asesinó a su propia hermana de 17 años en la aldea El Naranjito. La joven fue identificada como Lesby Ramírez, mientras que su hermano responde al nombre de Michel Ramírez.
Según informes, el hermano disparó a su hermana y luego regresó para rematarla con ataques con arma blanca.
Además, la violencia contra las mujeres alcanzó el municipio de Puerto Cortés, específicamente en Chameleconcito, donde se encontró el cuerpo sin vida de una mujer en un terreno baldío. Hasta el momento, se desconoce la identidad de la víctima y las causas de su muerte.
Estos trágicos sucesos reflejan la alarmante situación de violencia que enfrentan las mujeres en Honduras.
Con una crueldad despiadada y sin piedad, la violencia ha cobrado la vida de más de un centenar de mujeres en lo que va del año, dejando un rastro de impunidad y vulnerabilidad.
Sin importar diferencias de clase social, religión o edad, los asesinatos de mujeres continúan en aumento, marcando la realidad diaria de Honduras.
En promedio, una mujer es asesinada cada día en este país centroamericano, una pandemia que sigue cobrando vidas y cuyos casos quedan impunes. Es urgente que se tomen medidas contundentes para frenar esta violencia y garantizar la seguridad y protección de todas las mujeres hondureñas.
