Tegucigalpa – La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha encendido las alarmas sobre la grave situación que enfrentan los defensores de derechos humanos en Honduras. Isabel Albaladejo, representante del organismo, reveló este jueves cifras alarmantes que evidencian el peligroso entorno en el que operan estos activistas.
Durante 2023, se documentaron 451 ataques contra defensores de derechos humanos en el país centroamericano, incluyendo 17 asesinatos. Particularmente preocupante es la situación en la región del Bajo Aguán, donde se concentraron ocho de estos homicidios, una zona caracterizada por intensos conflictos territoriales.
«Quienes defienden los derechos humanos, la democracia y, sobre todo, la tierra y el territorio, están amenazados con una situación de riesgo precisamente por esa labor que llevan en favor de la protección de los recursos naturales», explicó Albaladejo durante su intervención.
La representante de la ONU enfatizó la necesidad urgente de implementar medidas efectivas para proteger a los activistas, subrayando tres aspectos fundamentales: la investigación exhaustiva de los crímenes cometidos contra los defensores, la garantía de reparación para las víctimas y el reconocimiento público de su labor.
«Es muy importante no solamente que se investiguen todos los crímenes que se cometen contra estas personas defensoras, sino que se garantice su reparación», señaló Albaladejo, quien además hizo un llamado directo a las autoridades hondureñas para abordar la crisis de seguridad que enfrenta este colectivo.
La funcionaria concluyó destacando que el reconocimiento del trabajo de los defensores es fundamental para fortalecer la democracia y el Estado de derecho en Honduras, en un momento en que el país enfrenta desafíos críticos en la protección de quienes dedican su vida a la defensa de los derechos humanos y los recursos naturales.