El Astral, el velero de la ONG española Open Arms, rescató este jueves a más de 90 migrantes en tres operaciones diferentes y recuperó el cadáver de un hombre que viajaba en una precaria embarcación de hierro.
En la tercera operación de socorro, que salvó a una veintena de migrantes que viajaban en una pequeña barca de hierro por el Mediterráneo, los tripulantes encontraron un cuerpo flotando que subieron al velero para que sea tratado con “dignidad”.
“Estamos en el mar para salvar vidas, pero a veces nos toca devolver la dignidad a los cuerpos de quienes han perdido la vida en esta frontera líquida, en este mar de dolor. Hoy le ha vuelto a ocurrir a nuestro velero Astral. No llegamos a tiempo”, indicó la ONG en sus redes sociales.
Los trabajadores de Open Arms, que se encuentran a la espera de instrucciones de la Guardia Costera italiana, atendieron antes a una segunda barca en la que viajaban 45 migrantes, de ellos 9 mujeres, 10 menores y un bebé.
“El peligro de naufragio está muy cerca”, aseguró al localizar esa pequeña embarcación de hierro, que iba muy sobrecargada y a la deriva.
Durante la madrugada de hoy, el Astral prestó asistencia a una primera barca con 38 migrantes que se encontraba cerca de las costas de Lampedusa, en el sur de Italia.
“El Astral dio asistencia esta noche a una patera a la deriva con 38 personas, menores entre ellas, poco después de zarpar de Lampedusa. Y otro naufragio con decenas de ahogados ayer cerca de Libia. No es el mar, es el cementerio de los más vulnerables”, comunicó la ONG en sus redes.
La ONG localizó el barco en medio de la oscuridad del mar durante la madrugada y a las 3.00 horas (1.00 GMT) llegó la lancha de la Guardia Costera que les trasladó a Lampedusa, que vive en estos días una oleada de llegadas y más de 2.000 migrantes se hacinan en su centro de acogida, que puede alojar a sólo 400.
“Difícil imaginar el terror vivido en medio del mar a bordo de ese cascarón durante días. Y peor, ser consciente de los horrores vividos en tierra que les han lanzado al Mediterráneo como única salida”, añadió Open Arms en sus redes sociales.
Según explicaron fuentes de la ONG a EFE, el centro de Coordinación de Roma había señalado a su velero la existencia de esa embarcación, cuyo peligro era tan inminente que tras repartir los chalecos, el bote neumático en el que viajaban los migrantes se empezó a hundir.
El Astral acababa de zarpar de Lampedusa después de llegar el pasado martes tras rescatar a 47 personas de un naufragio en aguas internacionales.
Ante las llegadas masivas a la pequeña isla, el gobierno pretende intensificar los traslados desde su centro de acogida a otros puntos de Sicilia o de la Italia peninsular en grandes naves, algo que ya se está haciendo cada tarde en grupos que son llevados a la ciudad siciliana de Porto Empedocle.
La evolución de este fenómeno sigue en cualquier caso al alza y, en lo que va de año, han desembarcado en las costas del sur italiano 38.988 inmigrantes, cuatro veces más que los 9.673 que lo hicieron en el mismo periodo del 2022, según datos oficiales actualizados.