Tegucigalpa – En un desarrollo significativo para la justicia hondureña, el Juzgado de Letras Penal de Tegucigalpa ha ordenado la detención judicial de tres exaltos mandos militares: Romeo Vásquez Velásquez, exjefe del Estado Mayor Conjunto; Venancio Cervantes Suazo, exsubjefe; y Carlos Roberto Puerto Fúnez, excomandante del Comando de Operaciones Especiales.
Los tres enfrentarán cargos por homicidio y lesiones graves relacionados con los eventos ocurridos durante las manifestaciones de 2009.
La investigación del Ministerio Público revela que los acusados habrían autorizado el uso desproporcionado de la fuerza durante una manifestación en apoyo al entonces presidente Manuel Zelaya.
Según los fiscales, se utilizaron fusiles M16 contra civiles desarmados que ejercían su derecho a la protesta pacífica en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Tegucigalpa.
El caso cobró notoriedad por la muerte de Isy Obed Murillo Mencías, quien recibió un impacto de bala en la cabeza, y las graves lesiones sufridas por Alex Roberto Zavala Licona.
La Fiscalía sostiene que estas acciones no fueron incidentes aislados, sino el resultado de órdenes directas de la cúpula militar.
Los acusados permanecerán recluidos en el Primer Batallón de Infantería hasta la celebración de la Audiencia Inicial, programada para el próximo viernes 10 de enero a la 1 de la tarde.
La detención se produce en medio de una controversia adicional por la desaparición del expediente de autopsia de Murillo Mencías, un documento crucial para el esclarecimiento de los hechos.
El caso ha generado especial atención debido a las recientes declaraciones del general retirado Vásquez Velásquez en medios televisivos, donde negó la participación militar en la muerte de Murillo Mencías y señaló a militantes del partido Libre como responsables.
Sin embargo, la pérdida del expediente de autopsia complica la verificación de estas afirmaciones, dejando como única alternativa la posible exhumación del cuerpo para obtener nuevas evidencias.