En la frontera de Bronwsville con México, Texas, se reunieron decenas de activistas para recordarle que están en estado de «alerta y resistencia» ante la aprobación de la ley SB4, indicando que «tienen la intención» de presentar una demanda.
Varias organizaciones de Texas rechazaron de manera categórica al gobernador del estado, Greg Abbott, tras firmar una ley que incluye proyectos antinmigrantes, advirtiendo que se verán los tribunales “muy pronto”.
El gobernador republicano firmó el lunes en la frontera de Bronwsville con México el paquete de tres legislaciones aprobadas en sesiones extraordinarias de la Legislatura Estatal, entre las que se encuentra la controvertida SB4, que le da el poder a la policía local arrestar a los migrantes que entraron irregularmente y ordenarles salir de Estados Unidos.
En las cercanías de lugar de la firma de Abbott, había un grupo de activistas encabezados por La Unión del Pueblo Entero (LUPE) y Frontera Texas Organizing Project recordándole que están en “estado de alerta y resistencia” ante la puesta en marcha de la medida.
Unas cincuenta personas gritaban “Sí se puede” en el sitio, dando inicio a una campaña que fue lanzada la semana pasada y a la que se sumaron más de 50 organizaciones comunitarias que prometen continuar con las protestas en los meses por venir.
“No hay límite para el terror que el gobernador Abbott provoca sobre los texanos”, expresó Tania A. Chávez Camacho, directora de LUPE, en la protesta.
Indicó que el republicano y sus aliados han permitido que el estado se convierta en un “lugar seguro” para una minoría de personas xenófobas y antiinmigrantes, al mismo tiempo que en un lugar hostil para los ciudadanos texanos.
La directora de LUPE alertó que seguirán marchando, testificando y organizándose contra las políticas “en las calles y en los tribunales”.
Asimismo, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) confirmó que tiene “la intención” de presentar una demanda esta semana contra la ley SB4.
La estratega de políticas y defensa de los derechos fronterizos y de los inmigrantes en la ACLU de Texas, Sarah Cruz, expresó que la legislación es uno de los proyectos “más radicales y antiinmigrantes del país” que conducirá a más violaciones de derechos “e infundirá miedo en las comunidades negras, morenas e indígenas y en todas las personas de color en todo el estado”.
Cruz advirtió que la ley SB4 viola el derecho internacional y federal, interfiriendo con el proceso de asilo.
Por otro lado, el director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), Fernando García, alertó que docenas de organizaciones de Texas se comprometieron a “resistir la agenda antiinmigrante, racista y xenófoba encabezada por el gobernador Abbott”.
Pese a las protestas ante la firma de la legislación, el gobernador de Texas defendió el derecho de su estado de asegurar su frontera.
“La meta de esta ley es parar la oleada de ingresos ilegales de extranjeros a Texas”, subrayó en la ceremonia de la firma.
Abbott explicó que la aplicación de la controvertida ley “se enfocará en la frontera” y concluyó que es una legislación constitucional.
