Managua – El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció este lunes un ajuste salarial de 5 % a los empleados públicos, tildó de «miserables» a los empresarios nicaragüenses, volvió a acusar a Estados Unidos de querer derrocarlo, reafirmó su control sobre el Ejército y la Policía, y concluyó su discurso con el gritó: «el pueblo armado jamás será aplastado».
En un discurso en ocasión del 42 aniversario de la revolución que derrocó la dictadura de Anastasio Somoza Debayle en Nicaragua, en el que el único invitado internacional fue el canciller de la región separatista georgiana de Abjasia, Kove Daur, Ortega destacó el apoyo ruso ante las sanciones impuestas por Occidente a sus familiares y allegados.
ANUNCIO AJUSTE SALARIAL
Durante el acto, celebrado en la Plaza de la Revolución ante cientos de sus seguidores y transmitido en cadena obligada de radio y televisión, el mandatario anunció que a partir del próximo mes se ajustará el salario en un 5 % a los trabajadores del Estado.
El anuncio fue hecho cuando faltan menos de cuatro meses para las elecciones generales, en las que Ortega, en el poder desde 2007, buscará su cuarta reelección y tercera consecutiva, con sus principales contendientes encarcelados.
En el marco del proceso electoral, las autoridades nicaragüenses han arrestado a los aspirantes presidenciales opositores Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora y Medardo Mairena, entre otros líderes contrarios a Ortega, que están siendo investigados por supuesta traición a la patria.
El mandatario, próximo a cumplir 76 años y que coordinó una Junta de Gobierno de 1979 a 1984 y presidió por primera vez el país entre 1985 y 1990, ha acusado a los líderes opositores de intentar derrocarlo con el apoyo de los Estados Unidos y los ha tildado de «criminales».
CARGA CONTRA EEUU Y EMPRESARIOS
En su discurso de este lunes, Ortega volvió a acusar a Washington de «poner en práctica el terrorismo» y de querer «imponerse» en Nicaragua por un supuesto interés en «el gigantesco recurso del canal» interoceánico, debido a que el país está ubicado en un «punto estratégico».
Insistió en que Estados Unidos junto con empresarios y organismos no gubernamentales nicaragüenses intentaron derrocarlo en abril de 2018, cuando estalló una revuelta popular por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que luego se convirtieron en una exigencia de renuncia del presidente Ortega, debido a que respondió con la fuerza.
El líder sandinista atacó a los empresarios nicaragüenses, de quienes dijo «maldicen la vaca, pero se tragan la leche».
«No les ha quedado más camino que seguir trabajando, porque están ganando, aunque se están quejando, están ganando. Lo que pasa que son miserables. No tienen sensibilidad con el pueblo», señaló.
«UN PUEBLO ARMADO JAMÁS SERÁ APLASTADO»
Asimismo, reafirmó su control sobre el Ejército de Nicaragua y la Policía Nacional, dirigidos por el general Julio César Avilés, a quien llamó «hermano» y «compañero», y su consuegro Francisco Díaz, respectivamente.
«El pueblo unido jamás será vencido, un pueblo armado jamás será aplastado», lanzó.
El acto sandinista, que comenzó hacia las 18.00 horas (00.00 GMT del martes) y que duró un poco más de dos horas, fue resguardado por un fuerte contingente policial, militar y civiles sandinistas, y los únicos oradores fueron Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, y el canciller de Abjasia.
En medio de los oradores, hubo un concierto con música testimonial y revolucionaria con letra antiimperialista, que Ortega calificó como «un concierto de amor y paz»
GIOCONDA BELLI: LA REVOLUCIÓN TRAICIONADA
Durante la jornada, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) felicitó al Gobierno de Nicaragua por el 42 aniversario de la revolución, y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró su «acompañamiento militante y solidario» a Ortega y condenó «la agresión política, económica, y mediática que el imperialismo viene imponiendo contra el pueblo nicaragüense».
Por su parte, la poeta y escritora nicaragüense Gioconda Belli afirmó que los ideales de la revolución popular sandinista fueron traicionados, ya que Nicaragua vive «otra vez en dictadura».
Como cada 19 de julio, Ortega es el centro de la celebración del aniversario de la revolución, pero su figura hoy es cuestionada por el establecimiento una serie leyes, de cara a las elecciones de noviembre, que han llevado a la cárcel a más de una veintena de líderes opositores, incluyendo a seis aspirantes presidenciales.
JS