Tegucigalpa – La figura de Óscar Armando «Pescado» Bonilla, de 45 años, ha sido conocida en el ámbito deportivo hondureño durante años. Su destacada carrera futbolística lo llevó a jugar en equipos como Platense, Marathón, Real España y Olimpia, además de formar parte de la Selección Nacional.
Tanto en la defensa como en el mediocampo, Bonilla dejó su huella en los equipos en los que desempeñó su talento en el fútbol hondureño.
Tras su retiro de las canchas, Óscar «Pescado» Bonilla optó por un camino aparentemente tranquilo: la ganadería en la ciudad de Tela, donde se estableció con su familia. Su transición de estrella del deporte a ganadero parecía ser el típico recorrido de un exfutbolista retirado.
Sin embargo, este viernes la noticia sorprendió a la población hondureña cuando se reveló que «El Pescado» Bonilla estaba al frente de una red de narcotráfico. La operación «Los Halcones», dirigida por el Ministerio Público en la zona atlántica e insular del país, implicó la acusación de Bonilla como líder de una organización vinculada al tráfico de drogas en los departamentos de Gracias a Dios y Atlántida.
Las autoridades llevaron a cabo 11 allanamientos de domicilios, emitieron órdenes de captura y aseguraron 36 bienes de origen ilícito, incluyendo propiedades, embarcaciones menores (lanchas) y vehículos registrados a nombre de presuntos integrantes del grupo delictivo «Los Halcones».
Hasta el momento, no se ha confirmado la captura de este exjugador de fútbol hondureño que ahora se encuentra en el centro de una investigación por sus presuntos vínculos con el tráfico de drogas.
Este impactante giro en la vida de Óscar «Pescado» Bonilla ha dejado a muchos perplejos y es un recordatorio de que la realidad puede superar la ficción en muchas ocasiones.