Tegucigalpa – En un conmovedor relato, el padre de Carlos Morazán, Raúl Otoniel Morazán, compartió su dolor por la trágica muerte de su hijo ocurrida esta mañana en la colonia Kennedy de la capital hondureña.
Entre lágrimas y palabras cargadas de profundo pesar, expresó su agradecimiento a Dios por haberle prestado la vida de su hijo durante todos estos años, aunque admitió que no puede pelear con el designio divino.
El desconsolado padre agradeció también a los compañeros de Carlos Morazán en la Fiscalía hondureña por el apoyo brindado y las muestras de solidaridad tras su fallecimiento. Reveló que la causa de la muerte de su hijo fue un fuerte golpe en el cerebro, resultado del impacto del vehículo que manejaba en la madrugada de este viernes.
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Raúl Morazán relató que su hijo participaba en un operativo de tres días que concluía precisamente este viernes. «Me decía estoy saliendo muy de mañana y así Dios se lo llevó», expresó con dolor.
Recordó que la última comunicación que tuvo con Carlos fue la noche anterior cuando este le escribió a las 10:00 de la noche, una costumbre que compartían regularmente.
Con un sentimiento de padre a flor de piel, manifestó que al ver el cuerpo de su hijo en el ataúd no podía creer que se hubiera ido de este mundo.
«Me quedan mis nietos, espero que la Fiscalía no nos vaya a dejar solos con ellos, él tenía muchas ilusiones», narró don Raúl Morazán, quien fue cónsul de Honduras en Veracruz, México, durante varios años.
El sepelio de Carlos Morazán está programado para las próximas horas en la ciudad de Tegucigalpa. Finalizó su conmovedor relato afirmando que Carlos solía decirle: «Usted no tiene que lavar ni un plato, ni una taza», siempre pendiente de su bienestar y mostrando un profundo amor filial.
