Quince Estados miembros de la Unión Europea (UE) han pedido en una carta enviada a la Comisión Europea (CE) que sea posible trasladar a solicitantes de asilo a países terceros no pertenecientes al club comunitario y considerados seguros y también plantean que sirva de modelo el acuerdo cerrado entre Italia y Albania.
La misiva la firman los ministros del Interior y Migración de Italia, Chequia, Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Grecia, Chipre, Letonia, Lituania, Malta, Países Bajos, Austria, Polonia, Rumanía y Finlandia.
“Para reducir la presión general sobre nuestra gestión migratoria, es importante que los Estados miembros tengan la posibilidad de transferir aquellos solicitantes de asilo para los que hay disponible una alternativa segura en un país tercero a dichos países”, exponen las quince naciones.
Plantean que los migrantes detectados, interceptados o rescatados en alta mar podrían ser trasladados a “lugares seguros predeterminados en un país socio fuera de la UE, donde soluciones duraderas para esos migrantes podrían encontrarse, también a partir de modelos como el de Italia y Albania”.
Esos dos países alcanzaron a finales de 2023 un acuerdo para retener hasta 18 meses en dos centros en suelo albanés a inmigrantes rescatados por las autoridades italianas en el Mediterráneo.
Los jefes de Gobierno italiano, Georgia Meloni, y albanés, Edi Rama, suscribieron el 6 de noviembre pasado en Roma el acuerdo para la construcción en Albania de dos centros de identificación y acogida para los inmigrantes rescatados en el Mediterráneo, con una capacidad máxima de 3.000 personas al mes o 36.000 al año.
El objetivo es que en esos centros -sufragados por Italia- se tramiten las solicitudes de asilo y que también desde allí sean repatriados aquellos a quienes se les deniega ese estatuto, lo que reduciría el número de inmigrantes en territorio italiano.
El acuerdo ha sido suscrito por un período de cinco años, prorrogables por otros tantos, e Italia asumiría los gastos del proyecto.
Los quince firmantes del texto declaran que los países a lo largo de la ruta migratoria desempeñan “un papel indispensable al acoger a un gran número de refugiados”.
“La UE y sus Estados miembros deberían mejorar su contribución a asociaciones equitativas, constructivas y amplias con países clave, especialmente los que están a lo largo de las rutas migratorias, cambiando nuestro foco de gestionar la migración irregular en Europa a apoyar a los refugiados y las comunidades de acogida en regiones de origen”, exponen.
Para mejorar las asociaciones con países terceros, proponen inspirarse en el acuerdo entre la UE y Turquía de 2016 o en el memorando de entendimiento entre el club comunitario y Túnez cerrado el año pasado.
Reconocen que el recientemente adoptado pacto europeo de migración y asilo proporcionará a los Estados miembros un marco jurídico “más fuerte” para gestionar “los diversos aspectos de la migración”.
Ahora bien, agregan que si se desea intensificar los esfuerzos para “romper las estructuras de incentivos que impulsan los movimientos migratorios irregulares y los viajes peligrosos hacia Europa, son necesarios esfuerzos complementarios”.
“Creemos que para afrontar las causas principales de la migración irregular y gestionar los movimientos migratorios a la UE, será necesario que todos nosotros pensemos de forma innovadora y encontrar de manera conjunta nuevos modos de abordar esta cuestión a nivel de la Unión Europea“, apuntan.
Por ello, piden a la Comisión Europea “identificar, elaborar y proponer nuevos modos y soluciones para evitar la migración irregular a Europa”.
También ponen el acento en el retorno de las personas a las que no se les reconoce el derecho al asilo y, en ese sentido, plantean estudiar “una posible cooperación con terceros países sobre mecanismos de centros de retorno, a los que los repatriados podrían ser trasladados mientras esperan su expulsión definitiva”.
La portavoz de la CE Anitta Hipper confirmó durante la rueda de prensa diaria de la institución que el Ejecutivo comunitario recibió la carta el miércoles y aseguró que Bruselas analizará los elementos propuestos en ella.