Tegucigalpa – Varios países latinoamericanos, desde Argentina hasta Honduras, están adaptando la estrategia de seguridad del presidente salvadoreño Nayib Bukele, conocido por su alta aprobación y tácticas contra maras y pandillas.
Este enfoque incluye la construcción de mega cárceles para contener la delincuencia, una medida que se está replicando en regiones con desafíos de seguridad similares.
En Argentina, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, visitó El Salvador para estudiar el método de Bukele, recorriendo instalaciones como una mega cárcel recién inaugurada que alberga hasta 40 mil reclusos.
Este intercambio es parte de los esfuerzos por reducir el delito en su país, según declaraciones oficiales.
En Honduras, el plan de seguridad recién anunciado por la presidenta Xiomara Castro también busca inspirarse en las políticas de Bukele, según el general Roosevelt Hernández del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras.
El plan incluye la construcción urgente de un centro de reclusión de emergencia para albergar a 20 mil presos de alta peligrosidad, reflejando los esfuerzos de El Salvador en la materia.
Ecuador no se queda atrás en esta tendencia, con planes anunciados para construir dos cárceles de máxima seguridad en ubicaciones estratégicas para separar a los reclusos más peligrosos y abordar las recurrentes masacres carcelarias en el país.
Estos movimientos destacan un cambio significativo en la política de seguridad en Latinoamérica, donde la influencia de El Salvador en la gestión de la seguridad penitenciaria se está convirtiendo en un modelo a seguir para otros gobiernos que enfrentan desafíos similares en la región.