ILAMA, SANTA BÁRBARA – En un giro inesperado, líderes de la Pandilla Barrio 18 recluidos en la cárcel de máxima seguridad ‘El Pozo’, han declarado su intención de detener todas las operaciones de extorsión en Honduras. Durante una comunicación con un medio local este lunes, cuatro líderes del grupo aseguraron que buscan cambiar la imagen negativa de la pandilla en la sociedad.
«Ya no queremos que la gente nos vea de mala manera. La 18 no cobra extorsión, y no queremos ser vinculados con actos criminales que utilizan nuestro nombre de manera indebida», expresó uno de los coordinadores del grupo, desde el centro penitenciario ubicado en Ilama, Santa Bárbara.
Los miembros encarcelados también expresaron su deseo de redimirse ante la sociedad: «Pedimos perdón por los errores pasados y queremos que la sociedad vuelva a confiar en nosotros. Estamos comprometidos a reintegrarnos como ciudadanos respetuosos de la ley», añadió otro líder durante la entrevista.
Según datos de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco), unas 60 organizaciones criminales operan en el país, de las cuales alrededor de 40 han sido severamente debilitadas por operativos policiales que han incautado cerca de 10 millones de lempiras y han congelado activos ligados a estas actividades delictivas.
La Dipampco informó también que hasta la fecha han arrestado a más de 2,400 individuos involucrados en crímenes relacionados con extorsión, narcomenudeo y tráfico de armas, con el 80% de los detenidos recibiendo sentencias condenatorias.
Estas declaraciones surgen en un momento crítico para Honduras, donde la extorsión ha plagado a ciudadanos y empresas por años, y cualquier promesa de cambio es recibida con escepticismo pero también con una cautelosa esperanza de mejora en la seguridad y justicia del país.
