Tegucigalpa – La pareja presidencial, Xiomara Castro y Manuel Zelaya Rosales, expresaron su descontento y cuestionaron abiertamente la actuación de la representante de las Naciones Unidas en Honduras, Alice Shackelford, por lo que consideran una participación en el «juego político» de la directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos.
El asesor presidencial Mel Zelaya utilizó su cuenta de Twitter para manifestar su preocupación, lamentando que Shackelford se involucre en un juego político y perverso orquestado por el CNA para atacar a la presidenta Xiomara Castro. Zelaya resaltó que Shackelford, con su conocimiento del derecho penal internacional, debería evitar prestar su apoyo a tales acciones.
Mel Zelaya no dudó en mencionar que la población hondureña es consciente del rol que el CNA ha desempeñado durante los gobiernos del Partido Nacional, acusándolo de ser un apañador en la dictadura.
En respuesta a las declaraciones de Zelaya, la presidenta Xiomara Castro también se pronunció en Twitter y expresó su preocupación por lo que considera una «inaceptable politización de las Naciones Unidas». Castro mostró su desacuerdo con la participación de la representante de la ONU en un evento que, según ella, involucra intereses políticos.
El contexto de este descontento surge a raíz de la conferencia de prensa ofrecida por Gabriela Castellanos en el CNA tras su regreso a Honduras, después de haber denunciado amenazas y haber estado fuera del país por un tiempo.
En la conferencia, Castellanos estuvo acompañada por representantes de la comunidad europea, la ONU y diversas organizaciones de sociedad civil, entre las que se encontraba Alice Shackelford en calidad de miembro de la mesa de apoyo a la directora del CNA.
La situación ha generado tensiones y controversia en el panorama político hondureño, y la participación de representantes internacionales ha sido objeto de críticas y señalamientos por parte de la pareja presidencial.
La relación entre el CNA y las autoridades ha sido motivo de intensos debates, y la intervención de la ONU en este contexto ha generado un debate adicional sobre la independencia y objetividad de las instituciones internacionales en temas políticos locales.