Tegucigalpa – El reciente proceso de elecciones internas en Honduras ha dejado un escenario político que comienza a definirse, según revelan los datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE). El Partido Nacional se ha posicionado como la fuerza política con mayor respaldo en votos válidos, alcanzando 505,861 sufragios, lo que representa un 90.51% de validez en sus papeletas.
En segundo lugar se ubicó el Partido Libre con 464,701 votos válidos (81.36%), mientras que el Partido Liberal obtuvo 414,584 votos válidos (91.55%). Esta diferencia de 41,160 votos entre el Partido Nacional y Libre sugiere un panorama favorable para los nacionalistas de cara a la contienda general.
Un dato revelador del análisis es la cantidad de votos nulos y blancos registrados por cada fuerza política. El Partido Libre encabeza ambas categorías con 38,008 votos nulos (6.65%) y 68,414 votos blancos (11.97%), cifras significativamente superiores a las de sus competidores. Este fenómeno podría interpretarse como señal de cierto descontento o divisiones internas dentro de esa organización política.

En cuanto a los candidatos ganadores en cada partido, Rixi Moncada de Libre obtuvo el mayor respaldo interno con un contundente 92.55% (430,108 votos), seguida por Nasry Asfura del Partido Nacional con 75.49% (381,884 votos). Salvador Nasralla, por su parte, consiguió la nominación por el Partido Liberal con 58.87% (244,098 votos), el porcentaje más bajo entre los tres principales candidatos, lo que evidencia mayor competencia interna en ese instituto político.
«Si las elecciones fueran hoy, Nasry Asfura del Partido Nacional sería el favorito para ganar, basándonos en la tendencia de las primarias», indica el análisis basado en los resultados. No obstante, el mismo documento advierte que «en elecciones generales entran otros factores como alianzas, participación de nuevos votantes y el impacto de las campañas finales, por lo que el panorama podría cambiar antes de la votación definitiva».
El escenario actual refleja un Partido Nacional fortalecido, un Partido Liberal dividido y un Partido Libre con fuerte respaldo a su candidata, pero con evidentes señales de inconformidad interna. Los próximos meses serán cruciales para determinar si estas tendencias se mantienen o si factores como posibles alianzas entre partidos o nuevas estrategias de campaña modifican sustancialmente el panorama electoral hondureño.
El análisis de los datos también sugiere que la participación ciudadana y la capacidad de movilización que cada partido demuestre en las elecciones generales serán determinantes en el resultado final, pues las primarias solo representan una parte del electorado total que participará en la contienda definitiva.