Tegucigalpa – Un intenso debate se ha desatado en el Congreso Nacional de Honduras debido al Acuerdo de Servicios Aéreos firmado recientemente con Cuba, generando preocupaciones en sectores de la oposición sobre posibles implicaciones para la soberanía y seguridad aérea del país.
El tratado, que se encuentra en su tercera fase de discusión, fue suscrito el 9 de noviembre de 2023 en La Habana por el secretario de Planificación y Estrategia, Ricardo Salgado, representando a Honduras, y el ministro de Transporte por parte de Cuba. El acuerdo establece un marco para los servicios aéreos entre ambas naciones.
Los puntos más controvertidos del convenio incluyen disposiciones que permitirían a aeronaves cubanas realizar escalas en territorio hondureño sin fines comerciales y sobrevolar el espacio aéreo nacional sin aterrizar. Estas cláusulas han encendido las alarmas entre diversas bancadas políticas, que temen posibles riesgos para la seguridad y soberanía del país.
El diputado Edgardo «El Chele» Castro, del Partido Liberal, anunció su oposición al acuerdo, declarando que votará en contra debido a preocupaciones sobre la integridad nacional. «No podemos permitir acuerdos que pongan en riesgo nuestra seguridad aérea», afirmó Castro, quien recientemente cambió de partido.
La postura de Castro provocó una enérgica reacción del embajador cubano en Tegucigalpa, Juan Roberto Loforte Osorio. «Me dan pena los arrepentidos de haber sido de izquierda que acaban agrediendo sin causa ni razón a Cuba y se ponen del lado de la ultraderecha y del imperio por mezquinos intereses políticos. Es seguro que ni siquiera se han tomado la molestia de leer el acuerdo», expresó Loforte Osorio en su cuenta de X, en crítica directa a Castro y otros opositores.
Mientras tanto, el diputado Mario Argeñal, del partido Libertad y Refundación (Libre), defendió el acuerdo argumentando que abrirá oportunidades para que los ciudadanos hondureños accedan a atención médica y educación en Cuba. «Este acuerdo permitirá que los hondureños viajen a territorio cubano en busca de salud y servicios educativos, producto de los convenios que se construyen desde el gobierno», afirmó Argeñal.
Argeñal criticó a sectores de la oposición por intentar desacreditar el convenio basándose en argumentos ideológicos sin fundamento. «Criminalizan los procesos de formación educativa, aduciendo elementos de tipo ideológico», señaló el legislador, lamentando que se ridiculicen los programas formativos en Cuba.
También denunció que algunos opositores que cuestionan las relaciones con Cuba buscan refugio en países como Nicaragua cuando enfrentan problemas judiciales en Honduras, calificando esto como un doble discurso.
Los defensores del acuerdo enfatizan que su propósito es brindar seguridad y facilitar los viajes a Cuba, proporcionando garantías en la navegación aérea para los hondureños que se trasladen al país caribeño. «Se trata de fortalecer la cooperación bilateral y ofrecer más opciones a nuestros ciudadanos», añadió Argeñal.
La discusión en torno al acuerdo refleja las tensiones políticas en Honduras, donde las decisiones sobre política exterior generan divisiones entre el gobierno y la oposición. Mientras continúa el debate en el Congreso, la aprobación del acuerdo sigue siendo incierta, con ambas partes firmes en sus posiciones respecto a los beneficios y riesgos que implica para el país.