Tegucigalpa – Una fuerte controversia ha surgido en torno a las cifras oficiales de participación en la Marcha por la Paz y la Democracia celebrada este sábado en Honduras, luego de que el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, reportara que «40 mil ciudadanos» participaron en la movilización convocada por las iglesias Católica y Evangélica.
La cifra proporcionada por las autoridades ha generado un intenso debate en redes sociales, donde diversos sectores interpretan estos números como un intento deliberado de minimizar la verdadera magnitud de la caminata que recorrió las calles de Tegucigalpa y otros municipios del país.
Cuestionamientos a la documentación oficial
Particular atención han recibido las fotografías difundidas por el alto mando policial, las cuales muestran únicamente sectores con escasa presencia de personas, omitiendo deliberadamente las imágenes donde se observa la multitud que efectivamente participó en la movilización.
Esta estrategia comunicacional ha sido duramente criticada por usuarios en redes sociales, quienes se preguntan por qué la institución policial optó por mostrar su «trabajo» con imágenes que no reflejan la realidad de los hechos, en lugar de demostrar la efectividad de su operativo de seguridad ante la gran cantidad de manifestantes.
Reacciones oficiales divididas
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, protagonizó una inusual confrontación pública al reaccionar al reporte de su superior jerárquico, solicitándole «que deje de mentir» y pidiendo a las autoridades «no seguir engañando con las cifras».
Por su parte, el director del Injupemp y dirigente de Libre, Amable de Jesús Hernández, también minimizó la movilización, describiendo la caminata como «numerosa» y «nutrida», pero «no gigantesca», calificándola como una «marcha de los blanquitos» y atribuyendo su organización a «toda la campaña del Cohep, de ASJ, el CNA y partidos políticos».
Análisis sobre credibilidad institucional
El analista Rafael Jerez advirtió sobre las implicaciones de estas discrepancias en las cifras oficiales, señalando que «este tipo de cosas no solo le resta credibilidad a la figura del ministro, se lleva de encuentro la credibilidad de una institución que contribuye en la producción de datos importantes para la gestión de políticas públicas».
Jerez recordó que la Policía Nacional es fuente de información crucial en temas como estadísticas de homicidios y accidentes, por lo que la controversia trasciende el evento específico.
El analista Héctor Pérez fue más contundente al calificar como «irrisorio que quieran hacer un conteo de la cantidad de personas que llegaron» a la caminata, argumentando que «era una cantidad incontable». Pérez interpretó la movilización como una manifestación de que «el pueblo está dispuesto y listo para luchar por su país y por su pueblo».
Operativo de seguridad sin incidentes
Pese a la polémica por las cifras, el ministro Sánchez destacó que la jornada transcurrió con «cero incidencias», resultado del despliegue de más de 7 mil agentes de la Policía Nacional en Tegucigalpa y otras ciudades del país para «garantizar seguridad, orden y prevención».
Según versiones oficiales, más de 1,000 agentes fueron asignados específicamente para brindar vigilancia y seguridad a la caminata organizada por las iglesias, con operativos desplegados en los 18 departamentos del país.
La controversia evidencia las tensiones existentes en torno a la interpretación de eventos de participación ciudadana masiva y plantea interrogantes sobre la transparencia en el manejo de información oficial por parte de las instituciones de seguridad.
