Tegucigalpa. – Luego de casi 10 meses de los primeros casos Covid-19 en el país, la junta interventora de Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H), entregó este lunes a la Secretaría de Salud (Sesal), el hospital móvil de Tegucigalpa.
El interventor, Gustavo Boquín, puso el centro asistencial a disposición del gerente administrativo de la Secretaría de Salud, Víctor Juárez.
El Hospital Escuela administrará el sanatorio móvil, el que según las autoridades es funcional y está listo para atender a la población hondureña enferma de coronavirus.
“Consideramos que estamos listos para comenzar a operar y, sobre todo, queremos dar una oportuna condición de salud para todos los pacientes de nuestro país”, manifestó Juárez.
El hospital cuenta con una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), con camas electrónicas, 10 monitores de signos vitales y ventiladores mecánicos.
Así como un laboratorio donde será posible realizar pruebas para detectar el coronavirus y otro tipo de estudios clínicos.
Sin embargo, todavía no existe una fecha definida en la cual comenzará a operar, puesto a que aún no se asigna un presupuesto para su funcionamiento, según indicó la presidenta de la comisión interventora del Hospital Escuela, Suyapa Molina.
En este sentido, Molina precisó que mientras la Secretaría de Salud no desembolse los fondos necesarios para el mantenimiento y contratación de personal, el sanatorio seguirá con sus puertas cerradas.
Cabe recordar que, el hospital móvil de Tegucigalpa arribó al país el pasado 9 de julio, tardando más de 180 días para ser entregado a la Secretaria de Salud.
Además de los ya instalados en San Pedro Sula y Tegucigalpa, Invest-H adquirió otros cinco nosocomios destinados para los municipios de Choluteca, Santa Rosa de Copán, Olancho, El Paraíso y La Ceiba, los cuales se estima estén listos a finales de febrero.
“Nuestra meta es que para finales de febrero del presente año les podamos entregar los hospitales restantes, por lo que hemos decidido crear un equipo multidisciplinario con Sesal”, expresó Gustavo Boquín.
Cabe destacar que a inicios de la crisis sanitaria –entre marzo y abril de 2020- el exdirector ejecutivo de Invest-H, Marco Bográn, realizó la compra de los equipos modulares por casi 48 millones de dólares.
La anterior suma equivalente a cerca de mil 200 millones de lempiras, se entregó “de buena fe” a la importadora que no dio garantías de que los recintos llegarían en tiempo y forma a Honduras.