Tegucigalpa – El ex presidente Porfirio Lobo Sosa defendió su inocencia en medio de los señalamientos por narcotráfico durante la continuación de la audiencia inicial en el Caso Pandora II, expresando que, aunque es un ser humano con «otros pecados», no es un narcotraficante ni delincuente.
Ante las preguntas de los periodistas sobre los señalamientos, Lobo Sosa destacó que en su gobierno no se favoreció a ningún narcotraficante y que incluso se aprobó la Ley de Extradición para perseguir a estos criminales.
El ex mandatario también reveló que se presentó en dos ocasiones al Ministerio Público para verificar si existía algún requerimiento en su contra por cargos de narcotráfico.
Aseguró que su abogado en Estados Unidos está en contacto permanente con la Fiscalía de ese país y que está dispuesto a colaborar en cualquier investigación para esclarecer los señalamientos en su contra.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que su hijo Fabio Lobo fuera un testigo en el juicio de Juan Orlando Hernández, Lobo Sosa afirmó desconocerlo y recordó que no estaba al tanto de las actividades de su hijo.
También fue cuestionado sobre la muerte de otro de sus hijos, Said Lobo Bonilla, y la posibilidad de que el expresidente Hernández haya tenido alguna implicación. Lobo Sosa evitó hacer acusaciones, señalando que la muerte de su hijo y el juicio contra Juan Orlando Hernández son asuntos diferentes.
Al referirse a la agresión sufrida por su familia durante la administración de Juan Orlando Hernández, especialmente el allanamiento ilegal en su residencia en el marco de un proceso judicial contra su esposa Rosa Elena Bonilla, el ex presidente expresó su deseo de que las autoridades investiguen a fondo para determinar la verdad detrás de estos acontecimientos.
