Por: José Eliécer Palomino Rojas.
La I.E. María Josefa Marulanda en el año 2023, es fermento de renovación en los jóvenes, padres de familias, docentes y directivos, que año tras año, en su pequeña y armoniosa capilla, se reúnen para participar de sus tradicionales actos litúrgicos.
Ante el contexto de cambios revolucionarios y acelerados, que se presentan en la sociedad, la práctica tradicional de los primeros viernes de cada mes, en Honor del Corazón de Jesús, es una fuerte espiritualidad, siempre fervorosamente con gran devoción, recogimiento e instrucción ética, moral y religiosa, que los directores de grupo con los estudiantes forman parte habitual, para mantener viva la gran propuesta educativa, que Don Juan Bosco organizaba en su oratorio y que en el hoy, las instituciones educativas, con su direccionamiento de las enseñanzas de Don Bosco, y con la filosofía de Francisco de Sales, participan de las celebraciones eucarística.
Si bien aquella educación llena de contenidos de lengua castellana, lengua extranjera, matemática, geometría, estadística, ciencias naturales, ciencias sociales, filosofía, historia, física, química, etcétera, produce cambios y beneficios en la juventud estudiantil, seguramente, cuando estos contenidos se desarrollan en unión a la educación de la ética, la educación religiosa, la educación cívica y social, los beneficios serían más sólidos y transformadores para la vida, que llevarían a los jóvenes estudiantes, a tener mejores condiciones de calidad de vida, con un positivo desarrollo y progreso de todos los niveles como el nivel corporal, psicológico y existencial, que les permitirían ser más humanos y grandes constructores de una nueva sociedad.
No hay que dejar de lado, que si el acompañamiento de los contenidos académicos por parte de los docentes, padres de familias, conllevan en los jóvenes avances económicos, políticos, científicos y culturales, dichos avances también serían por el producto del acompañamiento, orientación espiritual de la jerarquía de valores cívicos, éticos, religiosos y artísticos, que también repercuten en la formación personal, social y humana, que en vez de devaluar el esfuerzo y la esperanza de las nuevas generaciones, por el contrario los avivarían positiva mente en su bienestar personal y comunitario.
Es de resaltar y agradecer, la organización de la misa del primer viernes del mes de enero 2023, por los estudiantes de los grados 10°A – 10°B, en unión con los directores de grupo Isacio Aragón, José David Vivas, a los colaboradores, Maestra Marta Luz Martínez, Mauricio López, y al capellán de la institución Juan Fernando Zapata de la parroquia la Santa Cruz, que hicieron posible el desarrollo y celebración del acto de fe comunitario.
Es grato saber que estudiantes egresados, al ver la foto de la capilla de María Josefa, como la egresada Karen Ramírez, exprese quizás con alegría o nostalgia: “A mí me toco vender boletas, para comprar adobes de esa capilla… ¡qué tiempos.” Shalom a todos. Jepardini.
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