La incidencia de cáncer colorrectal de aparición temprana no deja de crecer, al mismo tiempo que el diagnóstico se retrasa.
Por Infobae
La incidencia del cáncer colorrectal en los jóvenes está creciendo rápidamente y a nivel mundial sin un consenso en torno a qué está provocando esto. Un nuevo estudio del Instituto del Cáncer Dana-Farber de Boston, Massachusetts (Estados Unidos) publicado en Science ha marcado unas directrices a seguir para perfeccionar el manejo de la enfermedad, así como su comprensión.
“La creciente incidencia del cáncer colorrectal de aparición temprana es extremadamente preocupante y es urgente que la comunidad científica se una para comprender mejor las causas subyacentes y la biología”, afirmó la coautora Kimmie Ng, jefa asociada de oncología gastrointestinal y director del Centro de Cáncer Colorrectal de Inicio Joven de Dana-Farber.
El cáncer colorrectal de aparición temprana se diferencia del CCR de aparición tardía en varios aspectos, como, por ejemplo, su agresividad. La enfermedad de inicio joven suele ser mucho más agresiva, se presenta en el lado izquierdo del colon en lugar del derecho y, con frecuencia, se muestra con sangrado rectal y dolor abdominal.
Sin embargo, la investigación se complica a nivel molecular. Al tratarse de una enfermedad tan compleja, los resultados muestran resultados contradictorios, por lo que son necesarias más investigaciones para determinar si los factores de riesgo de CCR en los jóvenes son similares a los de los adultos mayores. En el caso de la obesidad y la exposición ambiental sí se han asociado con la aparición temprana de este cáncer, además de otros factores como un mayor uso de antibióticos.
Quizás la diferencia más reseñable entre el CCR de aparición temprana o tardía sea que, cuando aparece en los jóvenes, la enfermedad ya está más avanzada. Los autores del estudio explican que las pruebas de detección de este tipo de cáncer suelen realizarse a partir de los 45-50 años aproximadamente, por lo que tiende a pasar más desapercibida en las personas menores de 40. “Es importante no descartar la idea de que una persona joven podría tener cáncer colorrectal a pesar de que la enfermedad sigue siendo más común en los adultos mayores”, aseguró el coautor del estudio Marios Giannakis, oncólogo gastrointestinal de Dana-Farber.
Los autores del estudio abogan por la inclusión de tomar muestras de sangre, tejido y heces de los pacientes de manera longitudinal, con el fin de arrojar luz sobre la función de las células inmunitarias, las exposiciones ambientales y el microbioma en el desarrollo, progresión y respuesta al tratamiento del tumor.
