Tegucigalpa. – El presidente de la República, Juan Orlando Hernández, abogó este miércoles por un proceso electoral en el que la voluntad del pueblo hondureño, expresada en las urnas el próximo domingo 28 de noviembre, sea respetada.
“Hoy Honduras está en las puertas de un nuevo proceso electoral para elegir nuevas autoridades nacionales y locales. Quiero pedirle a Dios que ilumine a cada hondureño para tomar la mejor decisión y apelo a los hondureños a que este proceso sea de paz, con respeto, con reglas claras”, expresó el gobernante durante la inauguración de la embajada de Israel en Tegucigalpa.
El mandatario también destacó que “el resultado que sea la voluntad del pueblo hondureño, ese debe ser el respetado”.
“Honduras es un país que quiere la paz. Ya sufrimos bastante, tenemos que seguir buscando la concordia, la oportunidad de empleo que viene con la inversión, el manejo adecuado de las cosas”, señaló tras resaltar que “mucho nos ha costado recuperar el nivel de paz que hoy tenemos”.
En 2006, por los niveles de violencia e inseguridad que atravesaba el país, la tasa de homicidios se disparó, alcanzando niveles alarmantes que llevaron a que Honduras encabezara la lista de países más violentos del mundo.
El presidente Hernández recordó que en esa época los secuestros se daban a diario, la cifra de muertos por violencia llegó a 45 personas diarias y los sindicatos magisteriales cerraban los centros educativos y apenas se impartían 65 días de clases al año.
Fue en esa misma época, recordó, que se perdió la Estrategia de Reducción de la Pobreza, después de que los presidentes Carlos Flores y Ricardo Maduro, las iglesias y sociedad civil trabajaron para alcanzar la condonación de la deuda externa y dejar cuatro mil millones de dólares para invertirlos en los pobres.
“Fue lapidario para mí, cuando fui convocado por la embajada de Suecia, cuando era diputado, y me dijeron que iban a cerrar la embajada porque la Estrategia de Reducción de la Pobreza estaba muerta”, refirió.
En ese sentido, Hernández insistió en que es prohibido olvidar y mucho menos retroceder a esas condiciones en que estaba el país.
