Tegucigalpa – Francisco Zepeda, quien se desempeña como encargado de la Subgerencia de Agua Potable, ha brindado un informe detallado sobre los horarios de distribución de agua en el Distrito Central, destacando que por el momento se mantienen los racionamientos programados dos veces por semana.
Según Zepeda, los racionamientos de agua en Tegucigalpa continúan, variando en frecuencia según la ubicación dentro de la ciudad. Aquellas zonas que dependen de los embalses Concepción y Laureles experimentan cortes dos veces por semana, mientras que para las áreas abastecidas por El Picacho, el suministro se reduce a una vez por semana.
Los embalses Concepción y Laureles actualmente se encuentran al 56% y 60% de su capacidad, respectivamente, lo que permite mantener el esquema de racionamiento actual sin mayores modificaciones.
Sin embargo, Zepeda reconoció que hay áreas de la ciudad donde el suministro público de agua no es suficiente, obligando a los residentes a depender de cisternas para abastecerse.
Las autoridades han reiterado su llamado a la población a hacer un uso responsable del agua y a tomar medidas para conservarla, como cerrar las llaves mientras se realizan actividades cotidianas como lavarse los dientes o bañarse, así como reparar las fugas en las tuberías para evitar desperdiciar este recurso vital.
Se espera que los racionamientos de agua continúen en las próximas semanas hasta que los embalses alcancen niveles adecuados de almacenamiento, advirtiendo de la posibilidad de implementar nuevos cortes en caso de que persistan las altas temperaturas que actualmente afectan al país.
Manuel Amador, presidente de las Juntas de Agua de Tegucigalpa, ha emitido una advertencia sobre la posibilidad de nuevos racionamientos debido a las elevadas temperaturas que caracterizan esta época del año.
Con termómetros superando los 38 grados centígrados, el calor intenso agrava la situación, especialmente para aquellos que ya enfrentan cortes de agua de hasta seis días, como es el caso de quienes dependen del embalse El Picacho.
Amador también destacó que estos cortes afectan de manera desproporcionada a los sectores más vulnerables, mientras que las clases más privilegiadas suelen asegurar su acceso al vital líquido.