Tegucigalpa – El juez Marco Vallecillo, conocido por su alineación con el oficialismo y una facción específica dentro del Poder Judicial, enfrenta acusaciones serias tras ser detenido por recibir un supuesto soborno de tres millones de lempiras.
La detención, dirigida por la Fiscalía General y ejecutada en flagrancia, pone en evidencia los vínculos de Vallecillo con casos de corrupción vinculados a la manipulación de la justicia en antiguos proyectos gubernamentales.
Vallecillo, quien comenzó su carrera en el Poder Judicial en 2016, no fue ajeno a la controversia, manteniéndose en un perfil discreto hasta ser respaldado por influencias políticas del Partido Libertad y Refundación (LIBRE).
Sus conexiones políticas le facilitaron un rol más prominente bajo la nueva administración de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde fue percibido como un informante confiable y coordinador judicial en casos de criminalidad organizada, medio ambiente y corrupción.
A pesar de las acusaciones, Vallecillo ha mantenido que es inocente y ha pedido una audiencia pública para aclarar los hechos. Su caso destaca no solo las fisuras dentro del sistema judicial hondureño, sino también las complejas interacciones entre la política y la ley en el país.
La situación sigue desarrollándose, con el juez y otros implicados enfrentando la justicia bajo la atenta mirada de la opinión pública y medios de comunicación.