Tegucigalpa – El analista político, Luis León, arroja luz sobre la situación en el Congreso Nacional al afirmar que los acercamientos entre las distintas bancadas no se darán a través de la mediación del presidente legislativo, Luis Redondo.
León señala que los cuatro partidos políticos involucrados reconocen que el camino del diálogo no pasa por la presidencia, sino por los líderes reales de cada partido.
En este contexto, León destaca que las fuerzas políticas han relegado a Redondo a un papel de “una figura decorativa” en las negociaciones que buscan restablecer las sesiones en el Congreso Nacional.
Es evidente que los partidos de oposición han optado por no buscar intermediarios y prefieren reunirse directamente con Libre, señala el analista, citando las propias palabras de algunos diputados que expresaron su desconfianza en la capacidad de Redondo como mediador debido a su falta de afiliación partidaria.
León hace referencia a las declaraciones del presidente del Legislativo, quien ha afirmado que no pertenece al Partido Salvador de Honduras (PSH) y carece de un partido político que le sirva como brazo de negociación. Esta situación ha dejado a Redondo en una posición difícil para facilitar las conversaciones entre las distintas fuerzas políticas.
El analista también cuestiona las actividades de Redondo y un grupo de diputados oficialistas desde que comenzó la parálisis en el Congreso Nacional. Señala que han dedicado su tiempo a realizar viajes internacionales, incluyendo a Rusia y China, durante los tres meses en que no se ha sesionado en el poder legislativo.
Esta ausencia de actividades legislativas y las actividades de viaje plantean interrogantes sobre la responsabilidad y el compromiso de los diputados con sus funciones representativas.
Mientras tanto, la población y diversos sectores expresan su desconcierto y críticas hacia la continuidad del pago de salarios, viáticos y otras prerrogativas a los diputados, a pesar de su inactividad y la falta de avances en la resolución de la crisis legislativa.
La percepción de que los legisladores continúan recibiendo beneficios sin cumplir con sus responsabilidades como representantes del pueblo agrega una capa adicional de controversia a la situación.