Londres. – El primer ministro, Boris Johnson, ha confirmado el primer fallecimiento a causa de la variante Ómicron en Reino Unido. Asimismo, la nueva cepa representa ya el 40 por ciento de los casos registrados en Londres.
En declaraciones a los medios durante una visita realizada a un centro de vacunación en el barrio de Paddington, en el oeste de la capital británica, este lunes, Johnson advirtió de que «tristemente, Ómicron está produciendo hospitalizaciones y al menos un paciente ha fallecido» por ella.
«Esta idea de que [la variante] es una versión más suave del virus es algo que debemos aparcar y reconocer la rapidez con la que se acelera [su propagación] entre la población. Así que lo mejor que podemos hacer es ponernos todos, la dosis de refuerzo» de la vacuna, resaltó Johnson.
El jefe del Ejecutivo anunció ayer que desde hoy se ofrecerá la dosis de refuerzo contra el Covid-19 a todos los mayores de 18 años en Inglaterra -siempre que hayan pasado al menos tres meses desde la segunda dosis- a fin de combatir la «marea» de infecciones que se prevé llegará al país.
Un modelo epidemiológico difundido este sábado predice entre 25 mil muertes, en el escenario más optimista, y 75 mil, en el más pesimista, por la variante Ómicron en los próximos cinco meses en el Reino Unido si no se adoptan restricciones más duras.
El estudio -que todavía no ha sido revisado por expertos independientes- ha sido elaborado por la prestigiosa Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y sugiere que la nueva ola de coronavirus puede traer más casos y hospitalizaciones que en enero de este año.
En sus proyecciones, los científicos se fijaron en dos posibles escenarios: uno, el «optimista», en el que la variante tiene baja capacidad de escapar al sistema inmune y las dosis de refuerzos son muy efectivas, y el pesimista, donde ómicron puede esquivar la inmunidad y la vacuna no es efectiva.
Estas posibilidades, recuerda el estudio, se refieren únicamente a si no se toman medidas adicionales a las actuales en el Reino Unido, donde el uso de mascarilla es obligatorio en la mayoría de recintos cerrados y se recomienda el teletrabajo.
En el primer caso, se prevé un pico de dos mil ingresos hospitalarios diarios, hasta un total de 175 mil hospitalizaciones y 24 mil 700 muertes entre el pasado 1 de diciembre y el 30 de abril de 2022.
Si se adoptasen medidas a comienzos de año como restringir la hostelería bajo techo, cerrar algunos lugares de ocio y limitar el número de gente que puede reunirse, ello debería bastar para controlar «sustancialmente» la ola y reducir los ingresos a 53 mil y las muertes a siete mil 600.
En la peor trayectoria, los científicos auguran un pico de hospitalizaciones del doble al visto el pasado enero, hasta un total de 492 mil ingresos y 74 mil 800 fallecimientos.
Con mayores restricciones, el pico de hospitalizaciones podría quedar por debajo del de enero pasado.
Una de los codirectores del estudio, Rosanna Barnard, recordó en un comunicado que «existe mucha incertidumbre sobre las características de Ómicron» y ni siquiera se sabe si seguirá el mismo curso que en Sudáfrica, donde se identificó por primera vez.
«En nuestro escenario más optimista, el impacto en la primera parte de 2022 se reduciría con medidas de control moderadas, como el teletrabajo. Sin embargo, nuestro escenario más pesimista sugiere que podríamos tener que mantener restricciones más severas para garantizar que el NHS (sistema de salud) no se ve desbordado», dijo.