Tegucigalpa, Honduras – Varios municipios del occidente de Honduras enfrentan una crisis en servicios de emergencia luego de que la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) solicitara la devolución de ambulancias que habían sido asignadas recientemente en la gestión gubernamental actual.
Este retiro ha generado preocupación y críticas por parte de los alcaldes afectados, quienes atribuyen esta decisión a disputas internas en el partido político en el poder, Libertad y Refundación (Libre).
El alcalde de La Unión, Copán, Hugo Alvarado, expresó su decepción, señalando que la solicitud de devolución no solo perjudica la operatividad municipal, sino principalmente a los pobladores de bajos recursos.
“Nosotros también atendemos llamados del 911 del gobierno por accidentes en la carretera internacional, y esta acción no afecta a la corporación municipal, sino a la gente que realmente necesita estos servicios,” declaró Alvarado, quien ya ha devuelto la ambulancia y planea incluir en el presupuesto municipal la compra de una nueva unidad.
Por otro lado, en el municipio de Florida, también en Copán, el alcalde Rember Cuestas reportó una situación similar, destacando que el retiro de la ambulancia ocurrió en un momento crítico debido al aumento de casos de dengue en la región.
La ambulancia servía no solo a Florida, sino a otros tres municipios. “Es preocupante que se retire un bien tan necesario en plena emergencia sanitaria. Espero que no sea una acción motivada por política,” comentó Cuestas, quien es un conocido partidario de Xiomara Castro.
Cuestas también mencionó que, a pesar de un acuerdo firmado que garantizaba la disponibilidad de la ambulancia, esta fue retirada, lo que considera una muestra de cómo el poder puede ser mal manejado. Sin embargo, tras la intervención de los medios de comunicación y la presión pública, le informaron que la ambulancia sería devuelta en los próximos días.
Estos incidentes han sido reportados en otros municipios del occidente de Honduras, evidenciando un patrón que algunos atribuyen a sectarismo político. Estas acciones han generado una amplia reacción de rechazo entre la población y autoridades locales, quienes exigen que la salud y la seguridad de los ciudadanos no sean comprometidas por intereses políticos.